El Real Madrid hizo un flojo partido pero ganó al Unics Kazan, por 89-75, aunque sufrió demasiado ante un equipo ruso que fue 'amable' en su juego por la falta de recursos y de dureza de su defensa. Rudy Fernández y Felipe Reyes se echaron el equipo en la espalda para conseguir la victoria.

La vigilancia sobre Keith Langford, la estrella del Unics Kazan, encargada a Luka Doncic con la ayuda del resto pareció funcionar y con ello el equipo ruso pareció quedarse en poco o casi nada. Las ventajas comenzaron a hacerse importantes, 17-10 (min.5.40), el mexicano Gustavo Ayón dominaba casi a placer los aros y el equipo comenzó blanco a gustarse, lo que le llevó a perder algunos balones y canastas sencillas.

Los cambios activaron a los blancos

Jonas Maciulis se mostró acertado en el aro y el 21-12 del marcador (min.8) permitió al entrenador del equipo español, Pablo Laso, comenzar las rotaciones con antelación y dar cancha y descanso a casi todos. Al final del primer cuarto, el 25-17 pareció incluso escaso para la amabilidad mostrada por el equipo de la capital de Tartaristán, que salvo la defensa sobre Jaycee Carroll no pareció tener mayores cuestiones tácticas preparadas.

En el segundo acto, sin embargo, el Madrid no siguió por los mismos derroteros. Poco a poco se fue contagiando del ritmo blando de su rival, se relajó en cuanto a intensidad y el cuarto se convirtió en un mero intercambio de canastas.

El adormecimiento del Madrid comenzó a tener consecuencias en el marcador, 36-33 (min.18), por lo que Laso devolvió a pista a Maciulis y Ayón. El pívot mexicano se enredó con los árbitros y tuvo que ser cambiado con tres personales casi al final. Sergio Llull sobre la bocina anotó el triple de rigor desde el centro del campo, aunque esta vez fuera de tiempo, por lo que al descanso los equipos se fueron con un estrecho 40-37.

El Madrid siguió sin encontrar la chispa necesaria para retomar el mando de las operaciones del partido y el Unics Kazan lo aprovechó para ponerse por delante, 42-43 (min.24), después de desaprovechar hasta cuatro posesiones de balón.

Rudy Fernández y Felipe Reyes tiraron del equipo

El Madrid reaccionó pero sin meter una marcha más al partido porque tampoco fue necesario. En apenas dos minutos logró un parcial de 8-2 (50-45) y devolvió el duelo al 'statu quo' teórico, con Rudy Fernández y el capitán Felipe Reyes como maestros de ceremonias. Pese a la mejora, el Madrid cerró el tercer cuarto con un 62-55 que no aseguraba la victoria, ni mucho menos.

Con mejores intenciones y con el acierto de Carroll, con 2 triples consecutivos y un 2+1 en apenas 2 minutos (71-59), el Madrid comenzó a vislumbrar con claridad el triunfo. El acierto ofensivo de Carroll no tuvo el efecto llamada que pareció en un principio y el Kazan volvió a intentar engancharse al marcador y al partido, 73-66 (min.34.30).

Fue el turno de Llull, con dos triples, 79-70 (min. 36.30), que dieron cierta tranquilidad de cara al final. Rudy con otro triple puso el 82-70 y el partido prácticamente finalizó. El Madrid jugó un flojo partido pero la 'amabilidad' del Unics Kazan le permitió conseguir una nueva victoria, aunque sufriendo más de lo esperado.