El Real Madrid sufrió en la decimocuarta jornada la segunda derrota de la campaña (86-85) en la Liga Endesa al verse sorprendido por las ganas e intensidad del Real Betis Energía Plus, que salió enchufado desde el primer momento y no dejó de tener fe hasta el último segundo.
La formación hispalense suma así su quinta victoria después mucha irregularidad y ello lo hace ante el líder de la clasificación, que, como en la Euroliga, parece que lejos de su cancha pierde bastante fuelle. Malos eran los pronósticos para el equipo sevillano ante el actual líder y más con las estadísticas históricas que se presentaban de dieciséis triunfos consecutivos de los madrileños ante los andaluces.
El entrenador del Betis, el croata Zan Tabak, solicitó a los suyos concentración máxima desde el salto inicial, algo que al equipo le ha faltado en los arranques de los partidos, y sus jugadores le hicieron saco. La primera canasta fue local y hasta mediado el primer cuarto fue por delante en el marcador, aunque la efectividad de Sergio Llull desde la media distancia y el poderío de Felipe bajos las canastas fue suficiente para que los de Pablo Laso tomaran la iniciativa y ventaja, que llegó a ser de siete puntos (21-28) aunque a la conclusión de este parcial fue de cinco (23-28).
La formación hispalense se mantuvo intensa en el segundo cuarto, apretó en defensa y tuvo en el estadounidense Trent Lockett y en el último refuerzo, el esloveno con pasaporte austríaco Rasid Mahalbasic, a los hombres tiraron del equipo para que el Real Madrid no se fuera en el marcador.
Una ventaja madridista de diez puntos (29-39), que coincidió con una técnica al esloveno del Betis Bostjan Nachbar, pareció que sería el despegue definitivo de los visitantes, quienes mantuvieron el acierto de Llull -dieciocho puntos al descanso- y del estadounidense Anthony Randolph.
Pero el Betis Energía Plus no se dio por vencido tan pronto, se recuperó y un triple sobre la bocina del serbio Nikola Radicevic (41-46) dejó todo abierto para la segunda parte. A la salida de los vestuarios se mantuvo la misma tónica, con un equipo local intenso que peleó todos los balones y un rival, con mas recursos y calidad pero incómodo ante el planteamiento rival.
Llull desapareció de las anotaciones y ello lo notó el Real Madrid, por lo que Pablo Laso tuvo que pedir un tiempo muerto (56-57, m.26) para despertar a los suyos. La parada tuvo su efecto y el conjunto madrileño acabó el parcial con nueve puntos arriba (60-69) pero aún con el choque abierto para el último cuarto, tanto que el Betis empató (78-78) a falta de dos minutos y en el último minuto se puso por delante (84-83) con un triple de Radicevic.
Con el partido roto, ya solo faltó saber el que tenía más temple para afrontar los últimos momentos (86-85, a falta de 16 segundos) y ese fue el Betis ante una mala selección del Real Madrid en la última jugada con el balón en su poder.