La ansiedad ha frustrado la carrera de un jugador de la NBA. De un jugador muy, muy joven de la NBA. Tyrell Terry, base de 22 años seleccionado por los Dallas Mavericks en el puesto 31 del draft de 2020, ha confirmado en su cuenta de Instagram que se retira tras pasar por la franquicia de Texas y por los Memphis Grizzlies.
"He decidido dejar de lado el juego que ha formado una gran parte de mi identidad", dice Terry.
Y sigue: "He logrado cosas asombrosas. He creado recuerdos inolvidables y he hecho amigos para siempre... pero he experimentado los momentos más oscuros de mi vida".
"Comenzó a destruirme. Comencé a despreciarme y a cuestionar mi propio valor. Mucho más de lo que los que me rodeaban podrían ver o saber", afirma.
Terry cuenta qué sentía y cómo se encontraba: "Pensamientos intrusivos, despertarme con náuseas y luchar por respirar porque la roca de mi pecho parecía pesar más de lo que podía cargar".
"Para la mayoría seré un fiasco. Un fracaso. Un desperdicio de talento. Si bien puede ser verdad, cuando se trata de baloncesto, son los mayores fracasos los que conducen al mayor éxito", cuenta.
El jugador se crio con su madre. Tímido, le apasionaba ver Space Jam y fue en Minnesota donde se hizo amigo de Jalen Suggs, ahora en los Magic. Larry, su padre, se convirtió en su mentor.
En la Universidad de Stanford, donde estuvo un año, fue de los mejores jugadores del equipo promediando 14,6 puntos con un 40& de acierto en el triple.