El popular presentador James Corden ha protagonizado un desagradable incidente en un conocido restaurante de Nueva York. El dueño del Balthazar, Keith McNally, ha compartido los hechos que ocurrieron en junio y en octubre con el director del 'The Late Late Show' y hombre orquesta del formato 'Carpool Karaoke', donde ha sentado a todo tipo de estrellas mundiales de la canción.

Según McNally, Corden es un "gran cómico", pero un "pequeño cretino" y el cliente "más tirano" que ha tenido en 25 años. "No suelo dar un 86 a un cliente, pero hoy he dado un 86 a Corden. No me ha hecho reír", afirma en su cuenta de Instagram. Cuando alguien da o pone un 86 a un cliente en su restaurante, es una manera de decir que un plato no está disponible... o que esa persona no tiene permitida la entrada al local.

En su primer informe, referido al incidente en el mes de junio, Corden fue "extremadamente salvaje" con uno de los gerentes del local, amenazándole con escribir una mala reseña del local si no le invitaban a las bebidas que habían pedido durante una comida. El segundo incidente ha sido más reciente, concretamente el 9 de octubre. Entonces, fue a tomar un 'brunch' con su esposa, Julia Carey.

La productora de televisión pidió una tortilla de yemas de huevo con queso gruyer y ensalada. Al recibirla, Corden llamó a una camarera, echándole en cara que había "un poco de clara de huevo mezclada con la yema". "¡No sabes hacer tu trabajo! ¡No sabes hacer tu trabajo! ¡Tal vez debería ir yo a la cocina y cocinar la tortilla yo mismo!", le gritó, según McNally.

Tras estos actos, ha compartido una nueva publicación en su cuenta de Instagram en la que afirma que Corden le ha llamado para "disculparse profundamente". "Habiéndola cagado yo más que mucha gente, creo en las segundas oportunidades. Así que si James Corden me deja presentar su 'Late Late Show' durante nueve meses, quitaré su veto de forma inmediata... No, desde luego que no", bromea. Finalmente, le invita a volver al local: "Todo está perdonado".