Conseguir el sueño americano tres años después de perderlo todo es lo que le ha pasado a Emily Zamourka, una mujer sin hogar que cantaba ópera en el metro de Los Ángeles. Un policía lo grabó, lo colgó en Twitter y su voz se hizo viral.

El vídeo le ha servido para conseguir un contrato discográfico y que se recauden más de 57.000 euros para costearle un hogar. Su historia es la de algunas personas que, después de quedarse en la calle, no han perdido la esperanza y han tenido un golpe de suerte.

Algo similar le ocurrió a Doug Seegers. Estaba en Nashville, Estados Unidos, cuando se encontró por casualidad con el compositor sueco de la canción que cantaba en la calle. Éste le invitó a grabarla en un estudio y ahora, con 66 años, es número uno en Suecia.

A Ted Williams también le cambió la vida cuando en 2011 pedía cerca de una carretera en Ohio y demostró ante un móvil que su voz tenía un enorme potencial. Ahora es locutor de radio profesional y artista de doblaje y se presentó hasta como candidato presidencial independiente de Estados Unidos.

A veces, las voces más maravillosas se esconden donde menos lo esperamos.