Su micro dorado con corona incluida lo deja claro: él es el rey de la bachata. Romeo Santos abanderó este ritmo dominicano desde el Bronx de Nueva York, para exportarlo al resto del mundo.

No sólo se escuchan, sus canciones son altamente pegadizas, así que prepárense, todos estaban advertidos, porque 'obsesión', su primer éxito, nos ha tenido bailando desde el 2002.

Obama no pudo resistirse a la que llamó "domican bachata", invitando al cantante hasta en dos ocasiones para cantar en la Casa Blanca. En su último concierto en el festival Starlite de Marbella amplió aún más su reinado.