"A pocos días de la celebración del juicio ha salido en libertad el hombre que me ha estado acosando, motivo por el cual, para preservar mi seguridad, he de limitar mi presencia pública tal y como se me ha aconsejado". Así ha anunciado la artista Paula Bonet en redes sociales su retirada de la vida pública.

En plena presentación de su nuevo libro, la escritora y pintora ha añadido que agradece "el cariño y los cuidados que estoy recibiendo de mis amigos, familia, pareja, editorial y abogada. No haré declaraciones."

El acosador de la artista entró en prisión a principios de octubre del año pasado por haberse saltado la orden de alejamiento impuesta contra él. Entonces, Bonet se refería así en redes sociales al acoso sufrido por parte de esta persona: "Me ha hecho sentir vulnerabilidad constante, adquirir materiales e incorporar la seguridad a mi vida. Consiguió que tuviera que dejar de ser yo", denunciaba.

La artista de Vila-real (Castellón), afincada en Barcelona, llevaba casi dos años denunciando el acoso de esta persona. El septiembre de 2021 publicaba en redes una fotografía del hombre frente a la puerta de su nuevo taller "saltándose la orden de alejamiento".

Según explicó entonces, este hombre, cuya silueta se vislumbraba tras el cristal en la instantánea publicada por la ilustradora, descubrió la ubicación de su nuevo taller: "Llegó con flores. A veces dice que quiere cortarme en trocitos, otras veces se agarra a la ventana de mi despacho a la una de la mañana mientras yo trabajo para que le explique qué me pasa, porque no me entiende, dice. Yo no respondo, solo pego un grito, le pido que se vaya y llamo al 112. El lunes pasado tuve que hacerlo tres veces. No hace falta que diga que sigo a la espera de juicio", añadía.

Con la entrada en prisión, Bonet explicaba en una nueva publicación que se había "puesto punto y aparte a un periodo de acoso intenso" contra su persona que le había "limitado personal y profesionalmente". La artista asimismo lamentaba que esta situación ha afectado a su obra, al aprendizaje de sus alumnas y causado cancelaciones en sus actividades profesionales.

"Tuve que cambiar mi espacio de trabajo, mantenerlo en el completo anonimato y limitar las personas que podían participar", detallaba. "He tenido que hacer todos los esfuerzos para esconderme. Hasta ser descubierta de nuevo por mi acosador", agregó.