Que las apariencias engañan lo saben bien en el madrileño Teatro Español, que acoge la representación de 'La importancia de llamarse Ernesto'. Una crítica a la hipocresía social escrita por el dramaturgo irlandés Oscar Wilde y que en esta ocasión está dirigida por David Selvas.
Quién le diría a Wilde, casi 130 años después de haberla escrito, que su obra tendría un punto pop retro y hasta música, porque no es un musical pero sí una obra en la que todos los personajes cantan y hasta tocan instrumentos.
Este montaje -presentado en Barcelona en 2018 y traducida por primera vez al español por Cristina Genebat- se podrá disfrutar hasta el 19 de febrero. Los actores Pablo Rivero y María Pujalte la protagonizan, acompañados de Paula Malia, Ferran Vilajosana, Paula Jornet, Albert Triola y Gemma Brió.
Estrenada originalmente en 1895, solo tres meses después su autor vio arruinada su trayectoria con la condena a dos años de prisión que lo acusaba de indecencia por su vida privada. El escritor ya había denunciado a menudo la hipocresía de una sociedad cada vez más conservadora y controladora sobre la intimidad de sus ciudadanos.
Esta hipocresía, de manera premonitoria, afecta a la protagonista de esta obra sobre los líos amorosos de dos jóvenes británicos y sus secretas dobles vidas, la cual anticipa algunas de las principales vanguardias del siglo XX.
La obra cuenta con Jose Novoa en el diseño del espacio escénico, que Selvas ha calificado de "una escenografía con sorpresa". Mientras, el diseño de iluminación corre a cargo de Mingo Albir, el diseño de sonido es de Lucas Ariel Vallejos, el diseño de vestuario de Maria Armengol, la caracterización de Paula Ayuso, la coreografía y movimiento de Pere Faura, y la dirección musical de Pere Jou y Aurora Bauzà (Telemann Rec).
El montaje de David Selvas ha recibido el Premio al Mejor Espectáculo en los Premios de Teatro de Barcelona, además de los de Revelación, que recayó en la actriz Paula Jornet, que en su faceta de compositora fue también reconocida con el Premio de la Crítica y el Premio Butaca 2018 a la Mejor música original.
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