La organización ha hecho balance de 2015, una edición de récord no sólo por haber llegado a los 260.000 asistentes en los seis días de conciertos, sino por haber registrado el peor episodio de lluvias y viento de sus seis años de historia que obligó a cancelar parte de las actuaciones del pasado jueves y el viernes.

Ya han anunciado que en 2016 el Arenal Sound seguirá en Burriana -del 2 al 7 de agosto- tras haber firmado un preacuerdo con el consistorio, el cual ha exigido que el coste para las arcas municipales sea cero.

Además, se han hecho una serie de exigencias que la dirección del evento ha aceptado, como mejoras en las zonas de acampada, emplear a personas de la bolsa de trabajo local o preventa de entradas para los empadronados, que han sido igualmente aceptadas.

Sin embargo, el director del festival, David Sánchez, ha afirmado que se exigirá en 2016 la renovación del acuerdo hasta 2019 o de lo contrario "se buscará nueva localidad".

Sánchez ha asegurado, además, que el Arenal "ha ido creciendo y poniendo todos los medios" año a año, según se multiplicaba vertiginosamente el número de asistentes, y tras el temporal de este año los medios, ha asegurado, "seguirán aumentado para mejorar la calidad y la seguridad en 2016".

En la jornada de cierre las actuaciones de las bandas nacionales Neuman y Niños Mutantes quedaban deslucidas por el cambio de horario, que las ha adelantado de su ya madrugadora hora vespertina, y había poco público para lo que hubieran merecido y lo mucho que han ofrecido.

Nacho Vegas ha continuado con los nombres patrios y seguía con algo más de asistentes, y todos, eso sí, subiendo la media de edad del festival. El cantante y compositor británico Tom Odell ha llegado al escenario principal con una propuesta demasiado tranquila para un festival como este, aunque no ha defraudado a un puñado de fans que le aguardaban en las primeras filas.

Después, la banda californiana afincada en Nueva York We Are Scientists han hecho una buena fiesta pop-rock -con el vocalista Keith Murray cantando entre el público y pasándoselo en grande- que ha finalizado con un escenario abarrotado con Tom Odell, sus músicos, sus coristas y alguna persona más bailando y cantando.

La actuación de las pinchadiscos Nervo se vio afectada por la cancelación de la programación del viernes debido al fuerte viento y la lluvia que hizo tambalearse la estructura de los escenarios. Reubicadas en la programación y tras la insistencia de los "sounders", el recinto ha empezado a ver cómo hordas de jóvenes acudían por miles al escenario principal.

Pese a que las inclemencias meteorológicas han puesto a prueba al festival y la organización, el Arenal Sound sigue liderando la primera división de los festivales en España porque a asistentes -de momento- no le gana ninguno.

A partir del 15 de noviembre los abonos saldrán a la venta, momento que, a bien seguro, ya están aguardando decenas de miles de jóvenes dispuestos a un año más de playa, fiesta y música.