Querían música pero no la de la tremenda tromba de agua de hasta 25 litros por metro cuadrado. Aunque algunos le encontraron el punto a tanto agua, otros muchos, casi un millar, tuvieron que irse al quedar la zona en la que estaban acampados convertida en un auténtico barrizal. 

El Ayuntamiento de Burriana les ha facilitado espacios públicos donde han pasado la noche. También comida y mantas. Javier Gual Rosell, concejal  de Seguridad de Burriana explica que "a partir de las 3:30 de la mañana empezaron a lanzarse mensajes por megafonía y también por redes sociales para que quien quisiera se acogiera a la operación de realojo puesta en marcha para minimizar las consecuencias de las lluvias".

Con la resaca de la lluvia encima, muchos de ellos vuelven al recinto del festival para intentar recuperar algunas de sus cosas. Pero el panorama no es muy alentador. La jornada pinta mal, lluvia asegurada al 100%, por lo que ya hay quién da el festival por perdido. Otros, sin embargo, dicen que no se van a pesar de todo. Para algunos, todo tiene siempre un lado positivo.