Arnold van der Bergh, un destacado notario judío de Ámsterdam, podría ser el delator de Ana Frank y su familia. Así lo revela la investigación de un equipo internacional que cuenta con un exagente del FBI y que llevan seis años tratando de dilucidar qué ocurrió, quién traicionó a Ana Frank revelando a la Gestapo la dirección de su refugio en la capital neerlandesa.

La clave parece estar en una nota anónima que fue entregada al padre de Ana Frank, Otto Frank, después de la Segunda Guerra Mundial, y que los investigadores localizaron entre los archivos de un oficial de Policía..

Los investigadores concluyen que el notario traicionó a la familia Frank en un trato con los nazis para poder salvar a la suya tras haber negado que era judío.

Así, han concluido, 77 años después de lo ocurrido, que el notario habría traicionado a la familia Frank "en defensa propia", una teoría que al menos el propio padre de la joven asumió como válida pero no quiso hacer pública por temores al antisemitismo en la posguerra, según este equipo. La investigación todavía no ha sido revisada por expertos independientes.

Para destapar lo ocurrido, los investigadores revisaron numerosos datos, registros perdidos e información de testigos fallecidos, y "puesto que no hay pruebas de ADN o imágenes de video en un caso tan antiguo, siempre habrá que confiar en la evidencia circunstancial", pero esta "teoría tiene una probabilidad de al menos el 85%", tal y como ha defendido el exagente del FBI.

¿En qué se basa la teoría?

Las conclusiones extraídas de la investigación se centran en una nota anónima que fue entregada a Otto Frank. El Consejo Judío había elaborado listas de direcciones de escondites con la intención de demostrar a los alemanes que estaba cooperando, y como miembro de este organismo, Van den Bergh pudo haber obtenido ese archivo de direcciones que luego utilizó para intentar proteger a su familia.

Como miembro de este prominente Consejo, Van den Bergh parece haber hecho todo lo posible hasta conseguir un indulto temporal de la deportación.

La dirección llegó a manos de un oficial alemán de las SS, que encargó a su gente acudir el 4 de agosto de 1944 a arrestar a la familia de Ana Frank, pero los investigadores admiten que faltan aún pruebas concluyentes sobre cómo el notario filtró la dirección y quién escribió la nota anónimo que convenció a Otto Frank sobre esta teoría.