El creador de Maqroll el Gaviero participó también en seminarios y cursos sobre su obra, en festivales de poesía y en presentaciones de libros: "Yo he vivido con los ojos puestos en España y en la literatura española", dijo en 1992. 

Ese incansable viajero que era Mutis fue distinguido en 2001 con el Premio Cervantes, considerado el Nobel de los autores de lengua española. Al escritor le hizo especial ilusión ese premio, porque siempre sintió "una gran veneración" por Cervantes.

Su discurso de agradecimiento del Cervantes, de tres páginas, fue de los más breves que se recuerdan en la historia del premio, si se exceptúa el de Borges, que no llegó a dos.  Esa brevedad no impidió que ensalzara en sus palabras la figura de Cervantes, creador de una obra en la que "el genio está presente en cada línea para mostrar, con lúcida evidencia, nuestro precario paso por la tierra".

A finales de 2001, cuando resultó ganador del Cervantes, el entonces director de la Real Academia Española y presidente del jurado, Víctor García de la Concha, definió a Mutis como "un caballero andante de la palabra". Fue también en 2001 cuando se publicaron en España en un solo volumen sus siete novelas protagonizadas por el marino trashumante Maqroll el Gaviero.  

"Estoy decepcionado de la humanidad, no hay un solo paso, decisión o acto que no sea absolutamente demente, comenzando por los atentados del 11 de septiembre", aseguraba Mutis.

El año 1997 debió de permanecer en la memoria Mutis grabado a fuego, dado que mereció el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana y el Príncipe de Asturias de las Letras. Cuando recibió en Oviedo este segundo galardón, Mutis alertó contra el avance imparable de la tecnología y dijo que el mundo asiste "a la vertiginosa agonía de todos los principios y certezas que han signado durante milenios la conducta del hombre".

Y fue en noviembre del 97, el Palacio Real de Madrid cuando, al recibir el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, Álvaro Mutis afirmó que la poesía "está al margen del vértigo mercantil que se ha apoderado de otros géneros literarios".

Han sido múltiples las ocasiones en que este melancólico marino trashumante ha venido a España en los últimos años, como cuando lo hizo en 2009 para inaugurar en Córdoba el festival de poesía Cosmopoética o cuando, dos años antes, participó en el festival VivAmérica en Madrid y manifestó su preocupación por la situación del hombre en el mundo: "Jamás en su vida sobre la Tierra el hombre ha vivido más solo, más aislado de sus semejantes, más vejado por sus propios inventos, destinados a borrar en él hasta el último rasgo de humanidad", aseguró en la Casa de América.

En 2002, estuvo en Valladolid para una lectura de su obra poética, y en aquel acto dejó claro uno de los motivos por los que escribe: "Para sobrevivir día a día el terrible mundo que habitamos", fruto de las "caídas y debilidades" del hombre "que tan bien retrató Cervantes en El Quijote".