Adiós, ríos; adiós, fontes; adiós, regatos pequeños; adiós, vista dos meus ollos, non sei cándo nos veremos. Casi cualquier gallego en la diáspora ha dicho, escrito o pensado en estas palabras alguna de las muchas veces que ha tenido que dejar Galicia de vuelta a su realidad. Tanto es el amor a la patria gallega que destila este poema que a Rosalía de Castro se la celebra siempre, allá donde vaya. El día que se publicó su más que conocido 'Cantares gallegos', en 1863, es el mismo que cada año se celebra casi como día patronal de la comunidad, el Día das Letras Galegas, cada 17 de mayo.

Hoy, 23 de febrero, no es ese pero también es un día a celebrar en Galicia gracias a una de las figuras más reconocidas de la literatura y una persona clave también en el movimiento feminista. En 2022 dio mucho que hablar un mural feminista que fue varias veces objeto de vandalismo en el barrio madrileño de Ciudad Lineal, para luego ser 'recuperado' gracias a la comunidad de vecinos. En el gran mural feminista de Ciudad Lineal, 15 mujeres; entre ellas, la que junto a Gustavo Adolfo Bécquer se lleva la consideración de precursora de la poesía moderna, que escribió tanto en castellano como en gallego.

¿Por qué el 23 de febrero es el día de Rosalía de Castro?

Pero este día de Rosalía de Castro no tiene tanto tiempo como uno puede llegar a pensar: este es el segundo año que se celebra el 23 de febrero. Eso sí, no es tampoco nuevo: hasta entonces se celebraba el 24 de febrero, fecha en la que se cree que había nacido la poeta en Santiago de Compostela. Lo cierto es que hasta 2021 el 24 de febrero era el día 'oficial' porque era la fecha que aparecía en la partida de bautismo de la escritora, pero gracias a la investigación de la gallega Sagrario Abelleira se conocieron nuevos datos sobre la biografía de Rosalía de Castro.

Concretamente, el 23 de febrero de 1837 a las 4:00 de la madrugada fue la hora a la que nació la poeta, según lo que aparece escrito en el expediente matrimonial de Rosalía de Castro y Manuel Murguía, recuperado del Archivo Histórico Diocesano de Madrid gracias a Abelleira. Una vez que salió a la luz esta información, la Xunta cambió la fecha en la que se celebraría el día de Rosalía de Castro para que fuera acorde con la fecha real de su nacimiento.

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Cinco cosas curiosas sobre Rosalía de Castro

Rosalía de Castro en mil idiomas

En 2013, los escritores gallegos Malores Villanueva y Xosé Henrique Costas coordinaron la traducción voluntaria de dos de los poemas más famosos de Rosalía de Castro: 'Adiós, ríos; adiós fontes' y 'Aires, airiños, aires', ambos incluidos en su 'Cantares Gallegos'. La iniciativa, para celebrar el 150.º aniversario de la publicación de su obra más conocida, pasó luego a estar gestionada por la propia Fundación Rosalía, de la mano de la Universidade de Vigo. A día de hoy es posible leer 'Adiós, ríos; adiós, fontes' en 30 idiomas, pasando por el bengalí o el esperanto, además del gaélico irlandés o el sardo, mientras que 'Aires, airiños, aires' ha sido traducida a 22.

La primera feminista (gallega)

Aunque muchas veces no se la incluya en las listas de las primeras feministas españolas junto a otras más conocidas como Concepción Arenal o Emilia Pardo Bazán, o junto a otras mucho más repetidas como Clara Campoamor o Victoria Kent, Rosalía de Castro escribió lo que podría considerarse el primer manifiesto feminista publicado en Galicia, 'Lieders', que vio la luz en 'El Álbum del Miño' (1858); un profundo canto a la igualdad de la mujer, a la libertad y a la independencia. "Jamás ha dominado en mi alma la esperanza de la gloria, ni he soñado nunca con laureles que oprimiesen mi frente. Sólo cantos de independencia y libertad han balbucido mis labios, aunque alrededor hubiese sentido, desde la cuna ya, el ruido de las cadenas que debían aprisionarme para siempre, porque el patrimonio de la mujer son los grillos de la esclavitud. Yo, sin embargo, soy libre, libre como los pájaros, como las brisas; como los árabes en el desierto y el pirata en el mar".

La literata con más calles con su nombre

Rosalía de Castro es la literata (mujer) que más calles tiene en España: según un informe publicado en 2010 por la empresa 11811, en aquel año había un total de 289 calles en todo el país con el nombre de la poeta, la sexta sin tener en cuenta el género, por detrás de Jacinto Benavente (305), Rafael Alberti (429), Antonio Machado (741), Federico García Lorca (903) y Miguel de Cervantes (1.609).

El ecologismo y Rosalía de Castro

Rosalía de Castro fue una férrea defensora de la naturaleza: hace algo menos de un año el Real Jardín Botánico de Madrid acogía la exposición 'El herbario de Rosalía de Castro', una recopilación de muchas de las plantas a las que la poeta gallega dedicó alguna de sus palabras, y en 'En las orillas del Sar' incluye más de una dura crítica a la tala en los montes de Galicia —"Bajo el hacha implacable, ¡cuán presto en tierra cayeron encimas y robles! (...) Ya no entonan en ellas los pájaros sus canciones de amor, ni se juntan cuando mayo alborea en la fronda que quedó de sus robles desnuda"—.

Tanto llegó a hablar de los robles que incluso defendió uno que a día de hoy sigue en pie, conocido como el carballo (roble) del Banquete de Conxo, cerca de Santiago de Compostela. Este imponente roble de más de 250 años estuvo en su momento acompañado de cerca de un millar de otros árboles; a día de hoy no llegan a la cincuentena. En 1856 el carballo fue testigo del Banquete Democrático de Conxo, un acto revolucionario en el que se reivindicaban los ideales europeos de libertad, igualdad y fraternidad, y por el que intercedió la propia Rosalía de Castro. En 2022 fue considerado el Árbol de España, y el segundo Árbol de Europa. Otra muestra de su ecologismo temprano fue la —según la tradición— higuera que Rosalía habría plantado junto a la Casa da Matanza de Padrón; el Ayuntamiento de A Coruña decidió plantar en 2021 una "hija" de aquella higuera en el parque de Santa Margarita.

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De hija sin padres a poder ser oficialmente reconocida en 2021

La autora de 'Follas novas' fue bautizada en su momento como "hija de padres incóngnitos": nacida como María Rosalía Rita, en el bautizo la acompañaba la que había sido criada de su madre, María Francisca Martínez, y la niña llegó "sin número por no haber pasado por la inclusa" (la inclusa era una casa-cuna o expósito donde se criaba a niños abandonados). Rosalía era hija de una hidalga venida a menos y un sacerdote, aunque se cree que sus primeros años fue criada por sus tías paternas.

Si bien más tarde consta que vivió con su madre, Teresa de Castro, la ausencia de documentación oficial no permitía afirmar que la niña hubiera sido reconocida en algún momento, después de haber nacido de una relación mal avenida. Sin embargo, en la obra que publicó Sagrario Abelleira después de encontrar los documentos que confirmaban su fecha de nacimiento también hay otros que demuestran que Teresa de Castro, madre soltera, reconoció a su hija ante notario en 1843, momento en el que además reconoció que la niña había sido amamantada durante seis meses en la aldea de Santo, en Ortoño.

Tres poemas (cortos) de Rosalía de Castro

'Quíxente tanto, meniña' ('Cantares gallegos', 1863)

"Quíxente tanto, meniña,

tívenche tan grande amor,

que para min eras lúa,

branca aurora e craro sol;

augua limpa en fresca fonte,

rosa do xardín de Dios,

alentiño do meu peito,

vida do meu corazón".

Así che falín un día

camiñiño de San Lois,

todo oprimido de angustia,

todo ardente de pasión,

mentras que ti me escoitabas

depinicando unha frol,

porque eu non vise os teus ollos

que refrexaban traiciós.

Dempois que si me dixeches,

en proba de teu amor

décheme un caraveliño

que gardín no corazón.

¡Negro caravel maldito,

que me fireu de dolor!

Mais a pasar polo río,

¡o caravel afondou!...

Tan bo camiño ti leves

como o caravel levou.

'Del mar azul las transparentes olas' ('En las orillas del sar', 1884)

Del mar azul las transparentes olas

mientras blandas murmuran

sobre la arena, hasta mis pies rodando,

tentadoras me besan y me buscan.

Inquietas lamen de mi planta el borde,

lánzanme airosas su nevada espuma,

y pienso que me llamam, que me atraen

hacia sus salas húmedas.

Mas cuando ansiosa quiero

seguirlas por la líquida llanura,

se hunde mi pie en la linfa transparente

y ellas de mí se burlan.

Y huyem abandonándome en la playa

a la terrena, inacabable lucha,

como en las tristes playas de la vida

me abandonó inconstante la fortuna.

'Ti onte mañan eu' ('Follas novas', 1880)

Caín tan baixo, tan baixo

que a luz onda min non vai.

Perdín de vista as estrelas

e vivo na escuridá.

Mais, agarda... ¡o que te riches,

insensibre ó meu afán!

Inda estou vivo... Inda podo

subir para me vingar.

Tirá pedras ó caído,

tiraille anque sea un cento,

tirá... que cando caiades

hanvos de face-lo mesmo.