Una cosa es agacharte para estar más cerca de tus fans y otra, que se quieran quedar contigo para siempre, que es exactamente lo que hizo uno de sus fans durante el concierto que ofreció la cantante en Sao Paulo.

Estuvieron rápidos su equipo de seguridad tirando de ella. El susto le duró apenas cinco segundos. Y en cuanto se soltó siguió cantando para todo ese público de Sao Paolo. Eso sí, antes incluso de acabar la canción, se volvió para buscar al chico. Beyoncé pidió calma a la seguridad y que no se lo llevasen. Y todo para poder reconciliarse con él.

Se lo ha tomado mejor que en su concierto de Copenhague. Ese fan le dió una palmada en el trasero y Beyoncé ordenó que le echasen del concierto. Lo que no cambia es su actitud sobre el escenario. Aunque se quede enganchada en un ventilador, como le pasó en Copenhague, ella, siempre sigue cantando.