Ainhoa Arteta concedió este jueves a 'El Hormiguero' su primera entrevista tras recuperarse de una grave infección que casi le provoca la muerte. "Casi me muero, aunque yo no me enteré prácticamente hasta después", recortó la soprano, quien contó que sufrió una "una sepsis", provocada por un "cólico nefrítico que se complicó", que le provocó "un fallo multiorgánico".

"Me tuvieron que inducir al coma por la septicemia durante cuatro o cinco días. Me salvé por los pelos", expresó la cantante lírica, tras lo que señaló que los médicos intentaron usar "todo tipo de antibióticos" frente a la infección, pero que su cuerpo "había generado resistencia frente al antibiótico" porque los tomaba a menudo.

Además, Arteta es alérgica a la penicilina, tal y como indicó. Sin embargo, los médicos no tuvieron más remedio que probar con este tipo de antibiótico para intentar salvarle la vida. "Al final me moría. No había manera. Y en se momento era que me moría o me metían penicilina. Si me daba una reacción alérgica muy fuerte, me moría también, pero a los médicos no les quedaba otra", contó.

Sin embargo, la artista no se enteró prácticamente de nada porque, tal y como afirmó, pasó de pedir que no le intubasen a despertase días después. "Me tuvieron que llevar en helicóptero al hospital Virgen del Rocío. Y yo lo último que escuché es que tenían que intubarme, una de las cosas que más terror nos puede dar a los cantantes líricos, ya que pasa por las cuerdas vocales, por lo que es peligroso", explicó.

"Cuando oí esto, todavía tenía fuerza en las manos, y me acuerdo que agarré a un bigardo y ya", relató Ainhoa Arteta, a lo que añadió que, además de ser inducida al coma, perdió un dedo de la mano derecha. "Durante el coma no sé qué medicinas utilizan, pero hacen que no te llegue el riego. Se me salvó la mano izquierda porque está cerca del corazón y hace que llegue más sangre, pero todos los dedos de la mano derecha estaban negros, y ahora todo son injertos, tanto en los pies como en la mano derecha", confesó.

Finalmente, la artista se despertó días después "medio balbuceando". "Me costaba hablar. Quería decir una palabra, y me salía como rara. Estuve diez días en la UCI", afirmó, al tiempo que señaló que fue en una Unidad de Cuidados Intensivos para pacientes covid por lo que pudo "observar cómo trabajan allí". Así, quiso destacar el "inconmensurable el valor de todos los sanitarios y médicos ante toda esta situación".