Las alarmas han saltado en Hawái, donde las autoridades de salud han advertido a la gente de que no toquen, sin tener las manos protegidas, a caracoles y babosas, ya que pueden contener el parásito infeccioso. Los científicos creen que esta repentina difusión se debe al cambio climático y la globalización, que extiende los parásitos por todo el mundo.

En Hawái solo tienen conocimiento de dos casos documentados de esta infección en las últimas décadas, pero en tan solo tres meses se han registrados seis casos diferentes de infección por este parásito. El nombre que recibe el parásito es 'gusano pulmonar de las ratas'. En California, Alabama, Luisiana y Florida también se han documentados casos de esta extraña infección recientemente.

El primer caso de esta enfermedad en seres humanos se produjo en 1944 en Taiwán y se cree que las ratas que viajan en los buques de carga son las responsables de haber llevado a Estados Unidos la enfermedad, según ha informado 'The Atlantic'.

La angiostrongiliasis comienza con una infección de los pulmones, la sangre y el cerebro de las ratas, que defecan larvas de gusano infectadas con la enfermedad y que contagian a otros animales como caracoles, babosas o gambas. Los humanos se contagian al ingerir alguno de estos pequeños animales provocando en las personas enfermedades como la meningitis. La enfermedad suele provocar temblores, dolor o inflamación del cerebro y que a menudo puede causar la muerte.