Las ostras tienen una particular forma de cultivo en la única granja plana de todo el mar mediterráneo.

Se crían en cestas en el fondo del mar, y una grúa es la encargada de levantar todo el entramado hasta la superficie.

Después se unen las ostras de tres en tres a cuerda con cemento y se devuelven al fondo para que sigan alimentándose. Contra mas blanca sea la carne, mas alimento han ido acumulando y por la tanto más sabor. Por último, se quita el cemento y se lavan las ostras con agua a presión.

Pero la técnica comienza en el laboratorio, recolectando semillas gracias a una innovadora técnica que sustituye a recogerlas directamente del mar. De esta forma se crían en cautividad y se esperan entre 20.000 y 30.000 futuras ostras.

El objetivo es producir unas 150 toneladas de este manjar que cuesta menos de dos Euros la unidad.