La investigación, que
publica la revista 'Annals of Internal Medicine', ha confirmado que los seis
pacientes que recibieron un trasplante de células madre tienen el virus
indetectable en sangre y tejidos e incluso uno de ellos ni siquiera tiene
anticuerpos, lo que indica que el VIH podría haber sido eliminado de su cuerpo.
Los pacientes mantienen
el tratamiento antirretroviral, pero los investigadores creen que la
procedencia de las células madre -de cordón umbilical y médula ósea-, así como
el tiempo transcurrido para lograr el reemplazo completo de las células
receptoras por las del donante -dieciocho meses en uno de los casos- podrían
haber contribuido a una potencial desaparición del VIH, lo que abre la puerta a
diseñar nuevos tratamientos para curar el Sida.
La investigadora del
IrsiCaixa Maria Salgado, coprimera autora del artículo, junto con Mi Kwon,
hematóloga del Hospital Gregorio Marañón, ha explicado que el motivo de que
actualmente los fármacos no curen la infección por el VIH es el reservorio
viral, formado por células infectadas por el virus que permanecen en estado
latente y no pueden ser detectadas ni destruidas por el sistema inmunitario.
Este estudio ha señalado
ciertos factores asociados con el trasplante de células madre que podrían
contribuir a eliminar este reservorio del cuerpo. Hasta ahora, el trasplante de
células madre se recomienda exclusivamente para tratar enfermedades
hematológicas graves.
El estudio se ha basado
en el caso de 'El Paciente de Berlín': Timothy Brown, una persona con VIH que
en 2008 se sometió a un trasplante de células madre para tratar una leucemia.
El donante tenía una mutación llamada CCR5 Delta 32 que hacía que sus células
sanguíneas fueran inmunes al VIH, ya que evita la entrada del virus en ellas.
Brown dejó de tomar la
medicación antirretroviral y hoy, 11 años después, el virus sigue sin aparecer
en su sangre, con lo que se le considera la única persona en el mundo curada
del VIH. Desde entonces, los científicos investigan posibles mecanismos de
erradicación del VIH asociados con el trasplante de células madre.
Para ello, el consorcio
IciStem creó una cohorte única en el mundo de personas infectadas por el VIH
que se sometieron a un trasplante para curar una enfermedad hematológica, con
el objetivo final de diseñar nuevas estrategias de cura. "Nuestra
hipótesis era que, además de la mutación CCR5 Delta 32, otros mecanismos
asociados con el trasplante influyeron en la erradicación del VIH en Timothy
Brown", ha señalado Salgado.
El estudio incluyó a
seis participantes que habían sobrevivido al menos dos años después de recibir
el trasplante, y todos los donantes carecían de la mutación CCR5 Delta 32 en
sus células. "Seleccionamos estos casos porque queríamos centrarnos en las
otras posibles causas que podrían contribuir a eliminar el virus", ha
detallado Mi Kwon.
Tras el trasplante,
todos los participantes mantuvieron el tratamiento antirretroviral y lograron
la remisión de su enfermedad hematológica tras la retirada de los fármacos
inmunosupresores. Tras diversos análisis, los investigadores vieron que 5 de
ellos presentaban un reservorio indetectable en sangre y tejidos y que en el
sexto los anticuerpos virales habían desaparecido completamente 7 años después
del trasplante.
Según Salgado,
"este hecho podría ser una prueba de que el VIH ya no está en su sangre,
pero esto solo se puede confirmar parando el tratamiento y comprobando si el
virus reaparece o no". El único participante con un reservorio de VIH
detectable recibió un trasplante de sangre de cordón umbilical -el resto fue de
médula ósea- y tardó 18 meses en reemplazar todas sus células por las células
del donante. El siguiente paso será hacer un ensayo clínico, controlado por
médicos e investigadores, para interrumpir la medicación antirretroviral en
algunos de estos pacientes y suministrarles nuevas inmunoterapias para
comprobar si hay rebote viral y confirmar si el virus ha sido erradicado del
organismo.