El Grupo de
Investigación en COVID-19, liderado por el Servicio de Medicina Interna del
Hospital Universitario Quirónsalud Madrid junto con la Universidad Europea, ha
realizado un estudio retrospectivo que analiza los tratamientos de más de 600
pacientes con COVID-19 ingresados en el hospital desde el 10 de marzo hasta el
15 de abril.
Según sus resultados,
los pacientes tratados con el fármaco ciclosporina tuvieron un 81% menos de
probabilidades de fallecer que los que recibieron otros tratamientos.
"Los pacientes
incluidos en este estudio sufrían afectación respiratoria suficientemente
importante para necesitar ingreso hospitalario. En relación con los
tratamientos recibidos hemos descubierto que la supervivencia de los pacientes
que fueron tratados con ciclosporina era mayor respecto a los enfermos que no
fueron tratados con este tratamiento", explica el jefe del Servicio de
Medicina Interna del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid y profesor de la
Universidad Europea, Daniel Carnevali.
Los que lo recibieron tuvieron
una supervivencia mayor, algo que se puede ver en el gráfico que acompaña este
texto: la línea negra muestra cómo, según pasan los días de enfermedad, el
porcentaje de pacientes que no tomaban ciclosporina y sobreviven baja al 30%.
Sin embargo, la línea naranja muestra los que sí la tomaron. El número de los
que sobreviven es más alto y no baja del 70%.
El COVID-19 posee una
doble patogenia: la primera procede de su replicación viral y se produce en las
primeras etapas de la enfermedad. Entre el octavo y el décimo día, algunos
pacientes desarrollan neumonía y predomina un efecto inflamatorio en el que la
propia respuesta inmunológica del enfermo es la que daña al pulmón.
Con el objetivo de
combatir la inflamación se han postulado varios fármacos con la intención de
reducir la activación del sistema inmune. En el Hospital Universitario
Quirónsalud Madrid, se han utilizado esteroides, tocilizumab y ciclosporina.
Este último es un fármaco que posee una acción antirreplicativa del virus y a
su vez es interesante porque modifica la respuesta inmune.
Las características de
sus pacientes son similares a las descritas por otros grupos: 69 años de media,
predominantemente varones, con tasas de comorbilidad asociadas similares (47%
hipertensión; 16% diabéticos; 22% enfermos cardiacos; y 19% enfermos
respiratorios. En su trabajo, han evaluado estadísticamente las variables que
podrían estar asociadas al fallecimiento o supervivencia al alta. El estudio ha
analizado los distintos tratamientos que se han empleado.
"El hallazgo más sorprendente
de nuestro estudio es que los pacientes que recibieron ciclosporina tuvieron
una supervivencia mayor respecto a los que no la habían tomado. Sin embargo,
los resultados hay que tomarlos con precauciones. Nuestro estudio es
retrospectivo, no es un estudio randomizado doble ciego que comparara fármaco a
fármaco. Lo que sí hemos comprobado es que los pacientes que han recibido
ciclosporina no son esencialmente diferentes al resto de pacientes, sufrían
unas comorbilidades similares y sin embargo, su resultado clínico ha sido
mejor", apunta Carnevali.
Los investigadores
realizaron un análisis de factores que pudieran influir sobre la mortalidad del
paciente como la edad, el score radiológico, la necesidad o no y el tipo de
ventilación mecánica utilizada, los tratamientos, etc. Primero, en un modelo
univariante, y luego, de en un modelo ajustado.