Inmaculada firmó un contrato por obra en 2014, código 401, pero hace unos meses descubrió al mirar su vida laboral que desde el inicio del contrato aparece otro código, el 420, que corresponde a un contrato en prácticas. "Sin firmarlo me lo habían cambiado de la vida laboral, fue una sorpresa de ¿qué está pasando?, ¿por qué hacen esto?", cuenta Inmaculada Bravo Caparrós, investigadora predoctoral.
Con carácter retroactivo y sin previo aviso. Es lo que le ha ocurrido a miles de investigadores predoctorales que se sienten engañados y temen por las repercusiones que puede tener: "el futuro inmediato es frustrante, nos sentimos timadas y engañadas", explica Mayca de Castro, investigadora predoctoral. "Tenemos un contrato de verdad o uno de mentira ¿podemos reclamar?", expresa Noelia Fonseca, investigadora predoctoral.
De momento están teniendo problemas al pedir la tarjeta sanitaria europea y podría conllevar la pérdida de la indemnización al final del contrato. E incluso afectar a la posibilidad de conseguir un contrato fijo o para sus futuras prácticas. "Esto no es legal y se lo deberían haber comunicado cuando además tiene carácter retroactivo", explica Mónica Ruiz, Abogada laboralista ABA Abogadas.
El Ministerio de Empleo asegura que sólo es un cambio administrativo, que no afecta a las condiciones de los contratos y que se hizo a petición de la conferencia de rectores de Universidades. La CRUE, lo niega. Reconoce que hay que resolver qué ocurre con la tarjeta sanitaria europea pero asegura que no afectará a prácticas futuras y piden una regulación específica para los investigadores.