Los días duran 24 horas, el tiempo que tarda la Tierra en dar una vuelta al Sol. Al menos eso es lo que se enseña en el colegio, pero no es una información tan precisa como parece.

Un estudio del Servicio Meteorológico Nacional del Reino Unido, 'Met Office', publicado en 'Nature', ha puesto en relevancia que cuanto más fuertes son los vientos atmosféricos más tarda la Tierra en girar sobre sí misma y, por tanto, más tiempo dura un día.

Segú, Adam Scaife, meteorólogo autor del estudio, este hecho tan llamativo es conocido desde hace mucho tiempo y se produce por las leyes de la física de Newton: "Lo nuevo aquí es que podemos predecir estas fluctuaciones con muchos meses e incluso uno o dos años de antelación".

El motivo por el que estos vientos se manifiestan con tanta prontitud es porque "la corriente en chorro en las latitudes medias se ve afectada con un retraso de aproximadamente un año después de los primeros cambios en la duración del día en los trópicos (a menudo provocados por El Niño o La Niña)".

"Estos resultados amplían el tiempo de anticipación para las predicciones de la duración del día, proporcionan una fuente de previsibilidad de largo alcance desde dentro de la atmósfera y proporcionan un vínculo entre las ciencias de la Tierra y la predicción climática", expone el artículo científico.