De momento son solo "indicios", pero un equipo internacional de científicos ha detectado la existencia de un segundo planeta en torno a la estrella más próxima al Sistema Solar ("Próxima Centauri"), lo que convertiría a este exoplaneta en un objetivo prioritario para las misiones espaciales presentes y futuras.
La instrumentación de nueva generación con que la están dotados los sistemas de observación -tanto desde la Tierra como desde el espacio- permitirá en los próximos años estudiar en profundidad a estos "vecinos" (la estrella como sus planetas) ya que éste es el único sistema al que la humanidad podrá enviar sondas para el estudio directo.
El descubrimiento, que es portada en la revista Science Advances, fue realizado por un equipo internacional de investigadores con datos recopilados desde Chile con instrumentos del Observatorio Europeo Austral, y en él han participado varios científicos del Instituto de Astrofísica de Andalucía del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
El nuevo planeta ("Próxima c") se suma a otro ya descubierto en 2016 en torno a la estrella Próxima Centauri, por lo que los investigadores trabajan ya sobre la hipótesis de que exista un sistema planetario complejo alrededor de esta estrella tan próxima al Sol.
A diferencia del primer planeta ("Próxima b") que se descubrió orbitando alrededor de Próxima Centauri, cuya temperatura permitiría la existencia de agua líquida y por lo tanto es el más cercano a la Tierra que pudiera albergar alguna forma de vida, el que han descubierto ahora está más alejado de su estrella y no hay ninguna posibilidad de que tenga agua.
Próxima Centauri es una estrella "enana" (ocho veces más pequeña que el Sol) pero las investigaciones están revelando que tiene un sistema planetario complejo y especialmente interesante por su proximidad a la Tierra, ha señalado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
La investigadora del Instituto de Astrofísica de Andalucía Cristina Rodríguez-López ha subrayado que las señales que han estudiado sobre la existencia de este nuevo planeta "parecen muy convincentes" y apuntan que se trataría de un planeta rocoso, y ha advertido que "un planeta rocoso en esta región exige nuevos planteamientos".
La señal que se ha detectado está en el límite de las capacidades de los instrumentos de observación actuales, pero los investigadores esperan que los datos que pueda tomar el satélite Gaia resulten decisivos para confirmar la existencia del nuevo planeta.
El científico del IAA Pedro J. Amado ha destacado el enorme interés que despierta una estrella y sus planetas tan cercanos al Sistema Solar y la importancia de que la misión espacial Gaia, actualmente en curso, pueda corroborar que se trata efectivamente de un segundo planeta y que las señales no se deben a un ciclo de actividad estelar superficial de la propia estrella.
Pedro J. Amado ha apuntado además la importancia, si se confirma que se trata de un planeta, de conocer su verdadera masa, ya que de momento han calculado su "masa mínima", que sería de unas seis veces la Tierra.
Amado ha explicado que este nuevo planeta estaría muy alejado de su estrella anfitriona, por lo que podría ser observado y analizado por imagen directa en el futuro gracias a los instrumentos de nueva generación, tanto desde la Tierra como desde el espacio.
"Este es el único sistema al que la humanidad podrá enviar sondas para el estudio directo", ha señalado el investigador del Astrofísico de Andalucía, y ha observado que eso es lo que pretende hacer el proyecto "Starshot", una iniciativa que planea el envío de una flota de naves minúsculas al sistema estelar triple Alfa Centauri, del que forma parte Próxima Centauri, para buscar planetas potencialmente habitables.
Pedro J. Amado ha detallado que, además de los dos ya descubiertos, no parece factible que existan planetas grandes orbitando alrededor de Próxima Centauri, aunque sí podrían existir pequeños planetas -equivalentes en tamaño a la Tierra- que no habrían sido todavía detectados por la falta de sensibilidad de los instrumentos que se utilizan en la actualidad para la observación.
"¿Realmente estamos solos en el universo?; ¿podría ser que tuviéramos algún vecino a la vuelta de la esquina y aún no hayamos dado con él?" se ha preguntado el astrofísico para apuntalar la importancia de estas investigaciones y de estos descubrimientos, "porque nos abren los ojos ante nuestro entorno más cercano, ante nuestros posibles vecinos más cercanos, dentro de lo que supone la inmensidad del propio Universo".
Esta sería la única estrella diferente al Sol que podría ser estudiada "in-situ" a través de misiones interestelares, y el investigador ha manifestado que eso permitiría estudiar otros sistemas planetarios alrededor de otras estrellas de una manera "jamás pensada" y poder así comparar esos sistemas con el Solar.
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