Científicos del Instituto de Ciencias del Mar de Barcelona, de la Universidad de Granada y del centro alemán Geomar de Kiel han descubierto un archipiélago volcánico hundido en el Mar de Alborán que hace millones de años fue un puente terrestre entre la Península Ibérica y África.

El archipiélago ahora sumergido se encuentra entre el Cabo de Gata, en la costa española, y el Cabo de Tres Forcas, en la costa africana. El trabajo, que publica la revista Scientific Reports, describe la estructura profunda de una corteza de arco volcánico, ahora completamente sumergido, que en el pasado fue un archipiélago y conectaba la costa africana y la costa de Iberia.

Según ha explicado César Ranero, el archipiélago contribuyó a la gran riqueza biológica del Mediterráneo occidental al crear islas en las que se pudieron diferenciar nuevas especies de fauna "y además, sirvió temporalmente como puente terrestre para el intercambio de especies entre Iberia y África".

Guillermo Booth, investigador del IACT y autor principal, ha detallado que "hace algo más de unos 6,2 millones de años el archipiélago sirvió como paso de fauna terrestre-acuática como hipopótamos".

Según el científico, el registro genético de ADN ribonucleico estudiado en varias especies del Mediterráneo occidental muestra que el paso de especies europeas a África se hizo en varias ocasiones, antes y después de la Crisis de Salinidad, probablemente gracias al archipiélago de Alborán".

El crecimiento progresivo del archipiélago, finalmente, "actuó como una barrera entre el Atlántico y el Mediterráneo, restringiendo el intercambio de agua y desembocando en la conocida Crisis de Salinidad del Mediterráneo".

Según los geólogos, una vez que el vulcanismo de arco cesó, hace unos seis millones de años, el enfriamiento de la corteza en esta región produjo el hundimiento progresivo del archipiélago, aunque los autores dicen que las grandes islas perduraron en el Mar de Alborán oriental hasta el Pleistoceno Inferior, hace 1,8 millones de años.