Test a fondo del nuevo Jeep Wrangler: actualizado pero esencialmente Wrangler

Nos hemos puesto al volante del Jeep Wrangler 2018, la cuarta generación del mítico todoterrero de la casa estadounidense con un aire más técnico y musculoso: ruedas de hasta 18 pulgadas, luces LED, sensor de ángulo muerto y un cuadro mixto analógico digital. El Wrangler se mantiene como un 4x4 de verdad, tan bueno en campo, tan válido en carretera y tan completo en su interior.

La marca siempre se ha identificado con los todoterrenos, con vehículos polivalentes y robustos, capaces de avanzar por donde la mayoría ni siquiera podría pensar. Una de sus creaciones más reconocidas a nivel mundial es el , un todoterreno puro, de verdad, que lleva más de tres décadas en el mercado.

Ahora el Wrangler se renueva por completo, manteniendo sin embargo el carácter del modelo original, una personalidad que la marca ha sabido mantener e ir transmitiendo generación tras generación. El Wrangler es, sin duda, una seña de identidad para la marca, y Jeep lo sabe, por eso el nuevo Wrangler es nuevo pero no lo aparenta.

Si bien las líneas básicas se mantienen inalteradas, Jeep ha hecho del Wrangler 2018 un vehículo más refinado introduciendo algunas redondeces, un frontal algo menos afilado y nuevas tecnologías como la iluminación LED.

Mecánicamente es una pequeña revolución, ya que si bien el Wrangler mantendrá algunos motores ya conocidos como el V6 de gasolina -para algunos mercados- y el turbodiésel de cuatro cilindros, se añaden opciones nunca vistas en la gama, como el motor de gasolina turbo alimentado.

Imparable en cualquier terreno

Durante la prueba, nos atrevimos a superar algún obstáculo de esos que parecen insalvables y el Wrangler no se amedrantó. Con facilidad pasmosa se encaramó por cada cuesta, piedra o cuneta... Y todo con cierto confort en este terreno tan extremo.

Las suspensiones se comen mejor cualquier bache, compresiones y extensiones. En carretera ha mejorado muchísimo su comportamiento, incluso con calzado 'campero' pero es que también lo ha hecho en 4x4 extremo. Además del nuevo chasis, se usan mejores amortiguadores y la cabina está mejor protegida para filtrar impactos.

Nuestra unidad llevaba el nuevo motor diésel 2.2 CRD de 200 CV que viene unido a un nuevo cambio automático de 8 velocidades. El precio es importante: 57.300 euros antes de opciones. La otra opción es el nuevo motor 4 cilindros 2,0 litros turbo de 272 CV que cuesta lo mismo, también con cambio automático de serie.

El motor diésel tiene mucho empuje con sus 450 Nm de par y para la conducción todoterreno funciona a la perfección. Anuncia un consumo de 7,6 litros, aunque es fácil superarlo debido a la particular fisonomía del Wrangler y a los neumáticos BF Goodrich Mud-Terrain, de serie en el Rubicon. Aún así, es 1,5 litros/100 km menos que con el anterior motor de 2,8 litros.

Habitáculo muy mejorado

La nueva carrocería también ha mejorado el ambiente interior. Es cierto que en el corto detrás sigue siendo muy complicado entrar, pero los asientos y materiales están más cuidados, sin que desentonen y con apariencia de durabilidad y aguante.

Es más confortable y unido a la mejor rodadura, dirección y chasis, el Jeep Wrangler 2019 es algo más cómodo para el día a día. El salpicadero es muy parecido, pero la nueva pantalla de 8,4 pulgadas, que en el Rubicon lleva navegador, Apple CarPlay y Android Auto, así como menús offroad para ver el estado del coche, mejora mucho el ambiente para darle ese toque tecnológico.

Una novedad es el nuevo arco de seguridad que además de proteger la parte trasera y los asientos, ahora también circunda el parabrisas. Éste puede desmontarse aún, pero al bajarlo queda el marco de seguridad, lo que además de ser más seguro, mejora la rigidez torsional del vehículo.

Es interesante que las ventanillas empiezan ahora mas bajas ganando visibilidad. El frontal es más aerodinámico, con una nueva curvatura en el borde superior de la parrilla y un parabrisas más redondeado.

En definitiva, el Jeep Wrangler 2019 es un cambio de generación palpable que moderniza el coche sin cambiar su personalidad. Es más confortable, menos contaminante y mejor equipado, pero mantiene todas las características lúdicas, offroad y diferenciadoras de siempre.

Para el Wrangler, la marca ha puesto toda la carne en el asador, y ahora incorpora dos sistemas de tracción a las cuatro ruedas: el Command-Track (para Sport y Sahara) y Rock Track (de serie en el Rubicon), además del bloqueo eléctrico Tru-Lock de los ejes delantero y trasero, diferencial de deslizamiento limitado Track-Lock y la desconexión electrónica de la barra estabilizadora delantera.

Así es la gama española del nuevo Jeep Wrangler

La nueva generación del Jeep Wrangler comenzó su comercialización en el mercado españolcon una gama reducida que contempla las carrocerías de tres puertas y cinco (Unlimited), dos mecánicas y tres niveles de acabados, siempre muy completos en dotación.

En gasolina el motor elegido es un 2.0 Turbo de 270 CV con cambio automático de ocho velocidades y sistema de tracción total a las cuatro ruedas con reductora. En diésel se ofrece con el nuevo 2.2 CRDde 200 CV con la misma trasmisión. Es un bloque mucho más eficiente que el anterior 2.8 CRD de idéntica potencia.

Los niveles de acabado se denominan Sport, Sahara y Rubicon. En todos se incluyen aire acondicionado, elevalunas eléctricos, control de velocidad, ordenador de viaje, sistema de sonido integrado, bluetooth, faros antiniebla, volante en piel, asistente al arranque en cuestas, sensores de parking, etc.

En los más completos pueden tener sistema de navegación integrado con pantalla de 8,4 pulgadas, cámara posterior, tapizado en piel, asientos térmicos, llantas de aleación, detector de objetos en ángulo muerto, acceso sin llave, retrovisores abatibles, etc. Los precios recomendados son los siguientes: