AudiA3 Sportback e-tron, a prueba: el otro 'enchufado' de Ingolstad

De casa al trabajo, y vuelta, en coche y sin gastar ni una gota de gasolina. ¿Cómo? A bordo de un híbrido enchufable. Estos vehículos son hoy por hoy la mejor alternativa de movilidad eléctrica, con una autonomía que roza los 50 kilómetros y la seguridad de que nunca vas a quedarte tirado.

Hemos tenido la oportunidad de probar el Audi A3 Sportback e-tron, uno de los modelos más veteranos -y reputados- de la categoría plug-in (híbridos enchufables) que aúna el brillante motor térmico de cuatro cilindros 1.4 TFSI del grupo Volkswagen -150 CV + 25,5 mkg- con otro eléctrico -102 CV + 35,7 mkg- para dotarle de un sistema de propulsión muy potente 204 CV, casi idéntico al de su primo hermano Golf GTE, con unas prestaciones de primer nivel y unos consumos bastante comedidos.

Y es que, aunque el imparable futuro sostenible del automóvil nos empuje, sobre todo a plantearnos un eléctrico, la adquisición de uno como único coche tiene algunos peros, empezando por su limitada autonomía y terminando por sus limitaciones a la hora de recargar las baterías, bien por el número de estaciones de carga, cuyo número desciende conforme nos alejamos de las grandes ciudades, como por el tiempo que requiere.

Sin embargo, su condición de híbrido enchufable con más de 40 kilómetros de autonomía le otorga la ventajas más importantes de los eléctricos como la suavidad de funcionamiento, el silencio o la codiciada etiqueta azul '0 emisiones' de la DGT; con aparcamiento gratuito en zonas de estacionamiento regulado, acceso libre a carriles de alta ocupación o circulación permitida en el centro de las grandes ciudades incluso en episodios de alta contaminación.

Vehículos como el Audi A3 Sportback e-tron tienen una batería mucho mayor que la de un híbrido convencional que se puede recargar en la red eléctrica. Por fuera, el e-tron apenas se diferencia de cualquier otro A3, con la típica silueta de un 5 puertas y la gran parrilla hexagonal de Audi.

Pero si deslizamos el emblema de los cuatro aros encontramos la entrada de corriente, que puede enchufarse a una toma doméstica o a una industrial, como la que hay en empresas y estaciones públicas. En el primer caso tardaremos unas 4 horas en recargar la batería, y en en el segundo unas 2,5 horas. Indicadores luminosos nos muestran el estado de la carga.

El otro 'enchufado' de Audi

Hablamos en el titular del 'otro' enchufado, porque Audi cuenta también en su gama de modelos con el Audi Q7 3.0 TDI e-tron, aunque en ese caso combinando el propulsor eléctrico con un motor diésel. Del SUV hablaremos en una próxima prueba.

Como buen plug-in, el A3 Sportback e-tron puede funcionar exclusivamente como eléctrico, sólo con el motor gasolina o combinando ambos. La combinación de ambos propulsores, junto al cambio automático de doble embrague pilotado y al desacoplador se presenta en un paquete colocado transversalmente que envía toda la potencia al tren delantero. Para ello, e l motor térmico se ha desplazado a la derecha para dar cabida al eléctrico y el resto de componentes que lo acompañan.

Según necesidades o gusto del conductor, se pueden seleccionar distintos modos de conducción para el sistema híbrido, además de los clásicos de conducción, que básicamente permiten circular en modo eléctrico -si hay suficiente carga-, híbrido, que trata de obtener la máxima eficiencia con preferencia del modo eléctrico mientras el conductor no demande mucha potencia o a velocidades por encima de 125 km/h, y carga, que guarda la energía de la batería para otra ocasión e incluso es capaz de generarla.

A los mandos, buena ergonomía, pantalla táctil escamoteable de 7 pulgadas y el conocido cuadro digital -Audi Virtual cockpit- del grupo Volkswagen del que también dispone su primo, el Golf GTE. Dos modos de visualización están disponibles para la pantalla de 12,3'': la versión clásica en la que los instrumentos son tan grandes como las pantallas analógicas, y la versión infotainment, que por el contrario ofrece una ventana central en primer plano, dejando espacio para otras funciones como un mapa de navegación.

En modo eléctrico, la carga de la batería homologa 50 kilómetros para el e-tron, si bien, en la conducción real no es fácil superar los 35-38 kilómetros. Carga que, en función del contrato de luz y la instalación de que dispongamos tendría un costo aproximado de un euro. O lo que es lo mismo, podríamos recorrer unos 100 kilómetros con un poco más de 3 euros.

Dejando a un lado los aspectos técnicos de este compacto de cinco plazas, en modo eléctrico, el A3 e-tron se mueve, ya sea en ciudad o en carretera, con enorme suavidad y silencio de marcha. Y es que el aislamiento acústico en este modelo es notable, con la calidad de rodadura propia del fabricante alemán. Goza, además, de una aceleración notable, con la que firma el 0-100 km/h en 7,6 segundos.

Otro punto fuerte del compacto plug-in de la firma de los cuatro aros es su comportamiento. Una vez agotada la carga de las baterías que nos permiten circular en modo eléctrico, lo habitual en largos desplazamientos, nos movemos como en cualquier otro híbrido convencional. Es decir, con el trabajo casi constante del motor térmico en fases de aceleración y mantenimiento de crucero más el apoyo del eléctrico. Una transición que pasa casi inadvertida.

Así, el A3 e-tron obtiene unos consumos razonables, pese a los 305 kilos de más que le añade la mecánica eléctrica, incluidas las baterías y resto de componentes de la misma con respecto a un 1.4 TFSI convencional. Un sobrepeso que no se traduce en igual medida en su comportamiento, algo más pesado eso sí, pero con una agilidad y aplomo y el lógico punto de subviraje.

El resto de los sentidos nos dicen desde el primer instante que vamos a bordo de un vehículo 'premium', donde entre los compactos el A3 es siempre una referencia. La calidad de los ajustes y acabados es irreprochable y su ergonomía perfecta. Los asientos son magníficos, tanto por su diseño y comodidad, como por sus posibilidades de regulación.

Hay espacio para cinco ocupantes y el maletero eroga 280 litros, aunque pierde 100 con respecto a las versiones convencionales gasolina y diésel , ya que aloja bajo su piso la batería de 12V y el depósito de combustible.

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