ANALIZAMOS
SUV compactos híbridos vs. eléctricos: ¿cuál es la mejor compra en 2025?
Con las crecientes restricciones medioambientales que hay y la necesidad de un habitáculo relativamente amplio, el dilema que tienen muchos conductores es una realidad.

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Los SUV están muy cotizados, eso no es nuevo, entre ellos los compactos. Hay varias razones que lo explican, pero también la necesidad de que la gente sepa qué unidad elegir de ellos en tiempos de crecientes restricciones a las emisiones medioambientales. Por lo tanto, para todos aquellos que busquen un coche con una carrocería amplia dentro de un orden - porque suelan viajar mucho o porque tengan una familia a cargo - con un vehículo de este tipo dentro del segmento C y no sepan si apostar por uno con hibridación o EV, en Centímetros Cúbicos le vamos a dar la respuesta.
Ambos pueden lucir la etiqueta Cero
Si uno de los principales criterios de compra que vas a seguir es la etiqueta, has de saber que tanto si te decantas por un híbrido enchufable con al menos 40 kilómetros de autonomía en modo eléctrico como por un coche 100 % eléctrico, puedes acceder al distintivo Cero emisiones de la DGT. Y es que esa pegatina azul tiene loables ventajas sobre la Eco como por ejemplo estacionamiento gratuito en las zonas reguladas de ciudades como Madrid y más exenciones fiscales. Pero lo dicho, que para ello tienes que elegir una unidad híbrida enchufable con esa autonomía. Los otros tipos de hibridación solo pueden acceder a la Eco.
Precio
Esto resulta obvio, pero también muy importante, por lo mucho que condiciona una compra. No tiene mucho que ver el precio al que se puede adquirir una versión híbrida - del tipo que sea - de un mismo coche en comparación con la variante puramente eléctrica. De hecho, puede haber una diferencia perfectamente que vaya desde los 5.000 hasta los 10.000 €. Por lo tanto, aquí tienes que tener en cuenta el presupuesto con el que cuentas y comprobar también si te puedes beneficiar de ayudas como el Plan Moves III que diluyen esos grandes saltos de precios muchas veces.

Autonomía y tiempos de carga
En función del papel que tenga el motor eléctrico, la autonomía en este sentido puede ser muy distinta en un caso y otro. Los híbridos, por lo general, suelen homologar unas cifras determinadas que suelen consumir por la ciudad solamente. Y es que por la carretera el depósito de electricidad se vacía y solamente pueden circular con el de gasolina o diésel. Dicho esto, lo normal es recargar los dos depósitos en un híbrido cuando se hace una parada, como también elegir el modo de conducción cuando se está al volante.
Por contra, en un eléctrico solamente tendrás que enchufar uno, pero te tendrás que conformar con menor autonomía, teniendo en cuenta que en un híbrido se suma las de los dos depósitos. Aquí también entra en juego los tiempos de carga, que, por otra parte, siempre serán más cortos en un híbrido al dotarse de combustión. De todas formas, la irrupción progresiva de cada vez más puntos de carga rápida - a partir de 150 kW - en corriente continua ha reducido la diferencia en el tiempo de espera, pudiendo pasar del 20 al 80 % en unos 20-30 minutos.
Y si quieres combinar las ventajas de ambos en este sentido para no perder mucho tiempo, un híbrido autorrecargable debe ser tu elección, ya que recarga la batería con la energía de las frenadas. En ciudad eso lo notarás mucho, aunque en la carretera nada.
Entonces, ¿cuál me compro?
Si vas a coger absolutamente todos los días el coche, un eléctrico te va a ser más rentable y de provecho que un híbrido, más si cabe en el caso de que tengas un punto de carga doméstico o próximo a tu casa. De lo contrario, si no puedes acceder a un EV o no cumples con los requisitos de las ayudas que actualmente tenemos en España, un híbrido es tu opción más adecuada.
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