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Los seguros de coche se disparan: 1.005 euros de media y subiendo
El precio del seguro de coche es una de las principales preocupaciones de los conductores españoles porque sigue subiendo y ha alcanzado un 27% más este año. Te contamos todos los detalles.

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Los seguros de coche se han apuntado a la tendencia tan española de que suba hasta el pan, porque las pólizas se han encarecido en el tercer trimestre de 2025 un 12,8% respecto al año anterior, y han llegado a una prima media de 1.005 euros según los datos de Kelisto.es. Dicho de otra forma: el conductor medio español paga ahora 110 euros más al año por asegurar su vehículo que en 2024. Lo peor no es la cifra, sino que el sector asegura que el mercado se está estabilizando, o sea que subirá más.
La subida se ceba especialmente a quienes optan por pólizas más completas. Los seguros a todo riesgo sin franquicia se han ido directamente al cielo con un incremento interanual del 26,7%, situándose en unos 3.251 euros de media. Un auténtico lujo que ya empieza a ser inasumible para muchos propietarios de coches nuevos. Mientras tanto, el seguro a terceros ampliado (que es el más contratado en España) ha logrado contenerse, y ha bajado un 6%, aunque sigue rondando los 527 euros.
En resumen, el mercado se estira por arriba y se tensa por abajo. Los conductores pagan más, las aseguradoras están ajustando sus coberturas y el resultado es que asegurar un coche hoy te cuesta más que nunca. No importa si conduces un Ibiza de hace quince años o un SUV recién matriculado porque la factura del seguro es cada vez más abultada.

El todo riesgo, de producto premium a especie en extinción
El seguro a todo riesgo fue durante años el símbolo del coche nuevo bien cuidado, el del conductor que quería dormir tranquilo sin miedo a una columna mal colocada en el garaje, pero ahora que la prima media ya supera los 3.200 euros, el concepto empieza a tambalearse más que tú en tus buenos tiempos a las 3 de la mañana. El aumento no es solo consecuencia directa de la inflación porque influye que los recambios sean más caros, la presencia de la tecnología ADAS y la subida generalizada de los costes de reparación.
Muchos talleres comentan que reparar un coche moderno tiene ahora dificultades añadidas y sobrecostes por la presencia de sensores y cámaras donde antes había plástico y chapa. Un radar de aparcamiento o una cámara de ángulo muerto pueden disparar una factura de chapa en más de mil euros, lo que se traduce en siniestros más caros y en primas más altas. Las aseguradoras no son tontas y se cubren subiendo precios y ajustando márgenes. Al final, el círculo se cierra siempre en el mismo punto: el bolsillo del conductor.
El resultado es que los seguros de coche a todo riesgo están dejando de ser una opción razonable para buena parte del mercado y cada vez más conductores se refugian en las pólizas de terceros ampliado buscando un equilibrio entre precio y cobertura. Claro, aunque esta modalidad baja ligeramente de precio, sigue siendo más cara que hace dos años, que me lo cuenten a mí.

¿Y ahora qué? Más prudencia y menos margen para el conductor medio
Según Unespa, el 79% de los hogares españoles tiene al menos un seguro de coche activo, y si aplicamos la subida media del 12,8%, eso significa un sobrecoste total de unos 1.630 millones de euros solo en este trimestre. Es una cifra que explica por qué cada vez más conductores buscan comparadores, cambian de compañía o directamente reducen coberturas.
La tendencia mensual tampoco ayuda a ser optimista. Agosto de 2025 fue el mes con la mayor subida de precios, que rozó el 5% en las pólizas a todo riesgo. Las aseguradoras justifican estos aumentos en el incremento de siniestros, pero la sensación general es que el cliente paga más por lo mismo o incluso por menos.
En resumidas cuentas, el precio del seguro de coche se ha convertido en otro termómetro de la economía doméstica, y el conductor español, que ya lidia con los combustibles, los impuestos y las etiquetas medioambientales, ahora ve cómo su póliza también se dispara. La estabilización que promete el sector suena más a amenaza que a alivio, y aunque las cifras de Kelisto indican una leve contención trimestral, nadie apuesta por que los seguros vayan a bajar pronto. Porque si algo sabemos es que cuando una subida se instala en el recibo… rara vez es temporal.
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