LA TEORÍA DICE QUE PUEDES CANCELAR CUANDO QUIERAS, PERO LA PRÁCTICA…

Cancelar el seguro del coche antes de tiempo: así son los plazos y la letra pequeña

En España, cualquier contrato de seguro debe renovarse con al menos un mes de antelación. En la práctica, las aseguradoras no siempre te lo ponen tan fácil.

Seguros de coche

Seguros de cocheISTOCK

Publicidad

En España, cualquier contrato de seguro debe renovarse con al menos un mes de antelación. Así que si tu póliza vence, por ejemplo, el 15 de septiembre, tienes hasta el 15 de agosto para cancelarla sin líos. En la práctica, las aseguradoras no siempre te lo ponen tan fácil. Algunas siguen enviándote cartas o incluso cargándote el recibo aunque hayas avisado. Por eso, lo primero que hay que tener claro es cómo y cuándo avisar: por escrito, con acuse de recibo y mejor con más de un mes de antelación. Todo lo que no sea eso puede acabar en reclamación.

¿Y si decides largarte antes de tiempo, en mitad del año? Pues ahí entra la letra pequeña. En general, los seguros anuales no tienen prorrateo automático: si te vas, pierdes lo que queda de póliza. Ahora bien, si cancelas por venta del coche o baja definitiva, algunas compañías sí te devuelven la parte no consumida, pero no todas lo hacen y muchas lo supeditan a que contrates otro seguro con ellas. Es decir: el dinero puede quedarse allí si no das más guerra, y eso, claro, no se avisa en la publicidad.

Lo que sí puedes hacer en cualquier momento es evitar que se renueve. No tienes que esperar al vencimiento para decir que no quieres seguir: puedes comunicarlo ya, aunque falten meses. Así te olvidas del susto del recibo inesperado. Pero lo que no puedes hacer tan fácilmente es cancelar y recuperar el dinero de lo no usado. Para eso, la única baza clara es que hayas vendido el coche o esté de baja. El resto de motivos (“es que no lo uso”, “he contratado otro más barato”) no valen como excusa.

¿Conviene cancelar o es mejor esperar?

Depende de si te compensa o no perder el dinero de los meses que te quedan. Si te faltan dos o tres meses y has encontrado una póliza mejor, quizá no vale la pena. Pero si te quedan ocho o nueve, y encima el coche va a estar parado una temporada larga (por avería, restauración o lo que sea), puedes darlo de baja temporal en Tráfico y así cancelar el seguro sin penalización. En ese caso sí es una jugada redonda. Eso sí, no se te ocurra circular ni un metro sin estar asegurado, porque ahí te puede caer la del pulpo.

También hay que tener en cuenta la compañía con la que estás. La mayoría permiten cancelaciones con devolución si demuestras que has vendido el coche o ya no está en tu poder. Pero otras ni eso: o te quedas hasta el final o pierdes lo que has pagado. Por eso es clave leer bien las condiciones, aunque sea un tostón. O, mejor aún, preguntar antes de firmar. Que luego vienen las sorpresas y ya es tarde para reclamar.

Ojo con las ofertas gancho de otras aseguradoras. A veces te prometen precios ridículos si cancelas ya, pero luego resulta que te obligan a demostrar que has terminado el contrato anterior, o que el coche está de baja. Si no, el descuento desaparece. Así que conviene tener claro que no basta con dejar de pagar un seguro para que mágicamente se disuelva: eso no funciona así. Hay que cancelar con todas las letras, y cumplir los plazos.

La conclusión: si cancelas, hazlo bien

Cancelar el seguro antes de tiempo puede salirte bien o salirte caro, según cómo lo gestiones. Lo que nunca conviene es hacerlo sin avisar, dejar que te pasen recibos o confiar en que se anule solo porque has contratado otro. Eso solo lleva a duplicidades y enfados. La jugada inteligente es prever con antelación cuándo acaba tu póliza, revisar las condiciones y preparar la cancelación con calma.

Además, si estás cambiando de coche, o vendiéndolo, o dejándolo de usar, es el momento perfecto para replantearte el seguro. No tiene sentido pagar por algo que no vas a utilizar, y mucho menos si encima no puedes recuperar el dinero. En esos casos, dar de baja el vehículo temporalmentepuede ser la opción más sensata, ya que abre la puerta a una devolución parcial sin perder derechos.

En resumen: se puede cancelar, sí. Pero hay que hacerlo con cabeza. Conociendo los plazos, entendiendo las consecuencias y sin dejarse llevar por prisas ni ofertas milagrosas, y si lo haces bien, puedes ahorrar sin líos. Si no, lo más probable es que acabes pagando el pato… y el recibo entero.

Antena 3» Noticias Motor

Publicidad