¿DIGNO HEREDERO DEL "VIEJO" Y MÍTICO RENAULT 5 DE LOS 70?

El Renault 5 E-Tech lo tiene todo: estilo, eficiencia y esa chispa que engancha al volante

Icónico utilitario que vuelve convertido en un eléctrico atractivo, ágil y bien pensado para el día a día. Una reinterpretación con más fondo del que parece.

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Vamos a ir directos al grano: cuando se anunció el regreso del Renault 5, pero como coche eléctrico, no fuimos pocos los que pensamos que se habían acabado las ideas en la firma francesa e iban a tirar por el camino del marketing para su nueva etapa eléctrica. No sería la primera vez y no será la última, ahí está Mitsubishi, por ejemplo, que parece querer recuperar algunos nombres de antaño para los nuevos lanzamientos –y que poco tienen que ver con los coches que los llevaron–. El caso es que, como ocurre con los libros, no se debe, ni se puede, juzgar las cosas por lo que se ve a simple vista, hay que ahondar en los detalles, en las soluciones y, en definitiva, en todo lo que da forma y sustento al producto.

Así, y gracias a que he podido conducir el nuevo Renault 5 E-Tech –acabado Iconic Cinq con motor de 150 CV– durante más de 500 kilómetros, puedo decir una cosa: cuán equivocado estaba y que craso error haber juzgado el modelo antes de tiempo. A modo de resumen puedo decir que el Renault 5 eléctrico me gusta más de lo que esperaba y que, si piensas en un eléctrico más o menos pequeño, con buenos andares y autonomía para funcionar sin problemas, quizá debas pasarte por un distribuidor de la marca francesa.

Por supuesto, que eso nadie lo dude, hay pegas, pero yo creo que son asumibles, sobre todo si el grueso de los desplazamientos es por el centro de la urba. De hecho, si superas los 60 kilómetros diarios, también es un coche con el que plantearse salir a carretera son mucha solvencia, más de la que podrían pensar muchos. Las salidas a carretera, sea autopista o nacional, es uno de las situaciones que más dudas crean, pero incluso si se supera la velocidad máxima de la vía, el Renault 5 eléctrico cumple, y cumple muy bien.

El Renault 5 E-Tech
El Renault 5 E-Tech | Javi Martín

Autonomía correcta y cargas, más o menos, rápidas

Vamos a empezar por uno de los temas que más dan que pensar: autonomía y cargas. Renault anuncia unos 400 kilómetros y, casi, casi, se alcanzan. En un uso diario normal, la autonomía ronda los 380 kilómetros sin hacer malabares, es decir, con una conducción normal. Conviene adaptarse a la respuesta y a las reacciones de un motor eléctrico, así como a ciertas ventajas tales como la retención y la frenada regenerativa, cosas que ayudan a alargar ligeramente la autonomía.

Esos casi 400 kilómetros permiten circular por el centro de la urbe durante una semana entera sin necesidad de cargar, incluso queda carga para circular durante unos días adicionales. Yo cargué el coche cuando marcaba 150 kilómetros, usé un punto Repsol a 50 kW que tengo a pocos metros de casa y en unos 40 minutos estaba el coche listo para seguir con la rutina. Aproveché ese momento para hacer compras, que me pareció la forma más coherente de pasar por este trámite: salir a realizar recados y, mientras tanto, el coche se carga.

Lo mejor de todo es que una carga desde esos 150 kilómetros hasta los casi 400 kilómetros que marca la instrumentación, fueron solo 14 euros –no llegó a 14 euros, fueron 13 con algo… Muy poco–. No tengo cargadores más potentes cerca de casa, al menos no en funcionamiento. Acciona ha montado dos cargadores de 150 kW, pero todavía no están operativos.

Agrado de uso máximo

Uno de los puntos que, creo, destaca por encima de otras cosas, es el agrado de uso. La suavidad es la máxima en todo momento; no hay vibraciones, no hay ruidos desde la mecánica, la entrega de potencia es lineal y muy dosificable, acelera con cierta contundencia… Apetece salir a cualquier recado, es una escusa perfecta para coger el coche, porque se conduce muy bien.

Las suspensiones tienen un buen equilibrio entre firmeza y confort, los mandos se accionan de forma suave y agradable, el volante, que no es circular, resulta cómodo incluso cuando toca manotear mucho y los pedales están donde deben estar. Se han cuidado mucho todos estos aspectos y se agradece mucho en el día a día. Solo hay una pequeña pega: el selector de la transmisión. Está en la columna de la dirección, un poco por encima del mando de los limpiaparabrisas y no resulta difícil accionarlos en lugar de actuar sobre la transmisión.

El Renault 5 E-Tech
El Renault 5 E-Tech | Javi Martín

Pero esto no es todo, porque, además, es un coche muy divertido de conducir. Si te gusta atacar curvas de vez en cuando, el Renault 5 E-Tech te sorprenderá notablemente. Es un coche muy ágil, gestiona las curvas a una velocidad respetable y la estabilidad es altísima. No llega a ser un coche deportivo, pero es muy, muy veloz y divertido en carretera de montaña. Incluso se puede provocar que la trasera deslice un poco, ideal para los amantes de la conducción más deportiva.

Si no fuera tan caro…

El Renault 5 E-Tech me gusta, lo reconozco, y se lo recomiendo a todos aquellos que quieran un coche eléctrico para sus quehaceres diarios porque cumple. Los consumos son contenidos –con el modo ECO y sin abusar del acelerador, entre 13 y 15 kWh cada 100 kilómetros–, admite cargas rápidas y es divertido de conducir. Solo encuentro una pega: es muy caro. Hay una versión con 95 CV cuyo precio es interesante de unos 25.000 euros, pero su autonomía es limitada, también hay otra con 120 CV sobre unos 28.700 euros y la de 150 CV ronda los 30.000 euros.

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