¿POR QUÉ AHORA Y POR QUÉ JUNTAS?
El cambio manual y el motor térmico están vivos: Alfa Romeo y Maserati preparan el GT del centenario que no sabías que necesitabas
Dos marcas distintas que se alían para lanzar un GT que nos recuerda que los coches puristas con motor térmico y cambio manual todavía están vivos.

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Hace apenas una semana, Santo Ficili, consejero delegado de Maserati, soltó la bomba: parece que ambas marcas están preparando un GT de edición limitada, basado en el Maserati GranTurismo, con motor V6 Nettuno y, atención al dato, una posible transmisión manual para los puristas. Es una jugada brillante, porque Alfa ya anunció que en 2026 desvelará su propio superdeportivo y todo cuadra con el centenario de Maserati.
Es como si los astros se alinearan para decirnos que los coches con cambio manual y motor térmico aún tienen aficionados. La colaboración no es nueva: hemos visto ejemplos clásicos como el Alfa Romeo 8C Competizione, construido sobre GranTurismo, y el actual 33 Stradale, con plataforma MC20/MCPura y motor Nettuno. Esta nueva propuesta parece retomar esa receta con más ambición.
Se trata de un GT gran turismo que combine el diseño Alfa (elegante, fluido) con la fuerza Maserati (brutal, visceral). Un poco de la distinción milanesa con el temperamento de Módena. Los alfistas y maseratistas llevan meses especulando sobre esta colaboración tan evidente. En 2025 vimos cómo el 33 Stradale ya superó las expectativas, y ahora parece que quieren repetir, pero con un coche más práctico, de producción más larga y con músculo extra bajo el capó.
Plataforma, motor y cambio: la combinación que despierta
La receta suena clásica pero refinada: una plataforma probada (la del GranTurismo), un motor que ya funciona bien, y detalles técnicos para justificar el precio. ¿Para qué desarrollar una estructura propia cuando puedes aprovechar un chasis robusto que ya estuvo en pista, con una dinámica validada y un motor que suena como pocas cosas hoy en día?
El Nettuno V6, con su precámara pasiva, inyección directa a más de 350 bares y dos bujías por cilindro, ofrece una potencia específica brutal y, sobre todo, una respuesta inmediata sin retraso del turbo. Como ese tren motor va en el coche, hace posible que la aceleración sea rapidísima sin recurrir a híbridos. Un coche que mantiene potencia hasta alto régimen, con chasis rígido y sin sistemas de recuperación energética, promete sensaciones puras.
Lo de ofrecer una transmisión manual no es postureo: es idea de Davide Danesin, jefe de ingeniería. Dice que en una edición limitada tiene sentido volver al cambio mecánico. "Elegancia mecánica", "conexión pura del conductor". En un segmento donde todos corren hacia lo digital y lo guiado por sensores, esto es una bocanada de aire fresco. Será caro, exclusivo y, probablemente, memorable.

Lanzamiento, escenario y precio: la cuenta atrás
La aparición (probable) del coche coincide con el centenario de Maserati en 2026, un momento perfecto para mostrar algo afilado y emocional. Los talleres ya hablan de producción en la fábrica de Maserati en Módena, donde ensamblan el GranTurismo actual. Eso implica mano de obra especializada, control de calidad riguroso y un precio acorde al lugar donde se fabrica.
¿Precio estimado? Los rumores apuntan a más de 230.000 libras, unos 270.000 euros. No es un coche barato, pero se posiciona en la liga de los gran turismo de lujo, y aunque habrá unidades limitadas, no se tratará de una pieza única: parece que planean algo menos de 100 unidades, justo para atender a entusiastas y coleccionistas sin perder exclusividad.
Todavía hay incógnitas, como el incremento de potencia concreto o si habrá versiones descapotables o presentaciones especiales por el centenario. Tampoco están confirmadas las especulaciones sobre opciones de suspensión adaptativa o ajustes dinámicos específicos en el chasis. Pero se da por hecho que, al no integrar electrificación, el peso estará controlado y el sonido será uno de los principales reclamos.
¿Qué significa esto?
Este proyecto simboliza mucho más que un coche exclusivo. Es un aviso: Alfa Romeo y Maserati no se han olvidado de su legado térmico. Que apuesten por un GT de combustión con cambio manual es una bofetada a la creencia imperante de que los superdeportivos del futuro serán completamente eléctricos.
El coche también es una muestra de sinergia industrial: dos marcas separadas, pero unidas por historia y política corporativa. Compartir plataformas y motores (como ya hicieron en el pasado) reduce costes y multiplica el impacto. Esta vez, a un nivel muy alto y con márketing viral garantizado si se confirma la caja manual.
En cuanto al mercado, no hay tanta demanda de eléctricos ultra premium como se pensaba: muchos entusiastas prefieren coches puros aunque sean más ruidosos. Este modelo podría convertirse en referencia para quien busque sensaciones reales, no solo cifras en pantalla. En definitiva, si el coche se materializa tal como se describe, no será solo un superdeportivo: será un supercoche con carácter, un manual de fe mecánica en un mundo que parece decidido a prescindir del piloto.
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