BMW R 1200 RT: un SUV sobre dos ruedas

Existen muchos tipos de motos, desde rabiosas deportivas a cómodas motos de turismo. Pero ninguna categoría es más polivalente que las trail, un concepto de motos similar al de los SUV en automóviles.Fue en 1980 cuando una marca se lanzó a producir en serie por primera vez una auténtica trail, la BMW R 80 G/S. Este fue el inicio de un segmento que desde entonces crece de forma imparable por dos motivos muy claros, polivalencia y comodidad para viajar. El frontal de la XR recuerda al de la deportiva de la que deriva, la S 1000 RR, aunque en este caso es más voluminosa y relaja la zona trasera para aportar mayor comodidad al pasajero y facilitar la incorporación de maletas. Una trail deportiva pero no radical, que resulta válida para disfrutar de excursiones por zonas de muchas curvas, realizar largos viajes y que no tendrás que dejarla aparcada en el garaje si te apetece ir en moto por ciudad. La postura de conducción de permite mantener la espalda erguida aunque las piernas se flexionan más que en una GS para dejar más espacio libre al suelo y no rozar con las estriberas. La XR no puede evitarlo, su completo cuadro de instrumentos es toda una declaración de intenciones con un enorme cuentarrevoluciones analógico y una luz de aviso de sobrerégimen. Hereda el motor de la naked con 160 CV de potencia, que tiene buenos bajos, y luego sube de vueltas como un molinillo, con un aullido en la zona alta del cuentavueltas que te eleva las pulsaciones. Además esta unidad nos pone las cosas fáciles porque cuenta con suspensiones electrónicas regulables, control de tracción con sensor de inclinación, cambio rápido y control de velocidad. No todo son bondades, nos extraña ver una maneta de embrague sin mando hidráulico y no se han filtrado correctamente las pequeñas vibraciones que llegan hasta el manillar. En marcha se mueve con facilidad, no resulta voluminosa excepto por su ancho manillar, pero sí te exige trabajo cuando quieres rodar deprisa. No es tan cómoda para viajar como la GS ni tan incómoda como la S1000R, es más amable con piloto y pasajero pero sin llegar al confort de las grandes trail o ruteras. Es una moto pensada para los que buscan un compromiso entre deportividad y comodidad, una moto capaz de hacerte disfrutar de los tramos de curvas y de los grandes viajes.