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La Roborace debutará en primavera de 2019 como una carrera de relevos entre humanos y máquinas

El primer coche de competición autónomo seguirá necesitando a un piloto real

Los responsables de la categoría han variado el plan inicial del campeonato y pretenden ahora crear una especie de carrera de resistencia entre hombres y máquinas durante las dos primeras temporadas.

-Coche de competición autónomo

Coche de competición autónomomotor.atresmedia.com

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Programada para la primavera de 2019, la Roborace promete ser la primera competición para vehículos autónomos a nivel mundial, en este caso haciendo las veces de categoría telonera para la Fórmula E, la cual verá como en unos meses pasará a contar con hasta dos carreras de soporte para los ePrix de su quinta temporada al contar también con la copa monomarca realizada con los Jaguar I-Pace del eTrophy. Con el piloto de Audi, Lucas di Grassi, como CEO, el campeonato robótico tenía previsto alinear numerosos vehículos eléctricos de diseño futurista que fueran capaces de correr entre ellos sin que ningún ser humano manejara su volante.

Sin embargo, estos planes iniciales han sufrido algunos cambios durante los últimos meses. Finalmente, los coches no afrontarán las carreras en solitario o controlados por un grupo de ingenieros y técnicos desde los boxes. Di Grassi, piloto de Fórmula E y del Mundial de Resistencia ha decidido virar el rumbo de las dos primeras temporadas de la Roborace (denominadas en inglés como Season Alpha y Season Beta) y diseñar una especie de carrera de relevos en la que pilotos de carne y hueso y virtuales competirán juntos por conseguir la victoria.

Coche de competición autónomo
Coche de competición autónomo | motor.atresmedia.com

Por lo tanto, además de los algoritmos que tienen que desarrollar los equipos para cada uno de los prototipos de competición que pondrá la organización a su disposición, los pilotos reales seguirán siendo vitales para el desarrollo de la competición en lo que según Lucas di Grassi será una especie de carrera de resistencia en la que además podremos apreciar el impacto visual que supone el ver al conductor bajarse del coche y dejar que este realice el resto de la prueba de forma autónoma.

Con parrillas que difícilmente deberán superar los 10 coches en su primer año, se espera que haya al menos una unidad para que las universidades puedan competir con sus propios equipos de estudiantes. Recordemos que la Fórmula Student, además de categorías de motores térmicos y eléctricos también dispone de una competición para ver qué formación de ‘proyectos de ingenieros’ son capaces de construir el monoplaza autónomo más rápido.

El Robocar de Daniel Simon no podrá debutar

Aunque el diseñador Daniel Simon realizó un impactante diseño para el primer coche de competición no tripulado, todo parece indicar a que tendremos que esperar varios años para verlo debutar e incluso, hay muchas posibilidades de que finalmente nunca lo veamos en competición. Los responsables de la Roborace han confirmado que al menos las dos primeras temporadas del campeonato se disputarán con el DevBot, una suerte de mula de pruebas eléctrica construida sobre la base de un Ginetta LMP3 que ha estado rodando durante los dos últimos años.

Coches de competición autónomos para Roborace
Coches de competición autónomos para Roborace | motor.atresmedia.com

Con dos motores eléctricos independientes que entregan algo más de 400 CV de potencia para apenas 1.000 kg de peso, este prototipo de tracción trasera será renovado en cuanto a su diseño para dar lugar al DevBot 2.0, permitiendo en este caso que haya un habitáculo en el que puede entrar el piloto para realizar su parte de la carrera, mientras que abandonará el Cockpit en el momento en el que tenga que ser la tecnología autónoma la verdadera protagonista. El primer plan del campeonato era el de tener vehículos sin habitáculo que tuvieran más de 1.000 CV de potencia, cuatro motores eléctricos y la posibilidad de alcanzar velocidades cercanas a los 300 km/h en trazados urbanos.

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