Siempre atestada la calle Carretas ha sido testigo del paso de unos y otros y hoy está orgullosa. En el número 13 se levantaba el antiguo Cine Carretas, lugar de encuentro de hombres que buscaban a otros hombres.

"Era habitual que en cines como el Carretas y otros locales hubiera redadas y casi siempre a las personas detenidas los derivaban a la dirección general de Seguridad, hoy sede de la Comunidad de Madrid, donde en los calabozos habitualmente se torturaba y maltrataba" explica Ramón Martínez, activista por la memoria histórica LGTB.

Fue tan icónico que se ganó su nombre en una canción de Sabina: "Que en el cine Carretas, una mano de hombres cada noche bucea en tu bragueta".

Viendo fotos de antaño, Elianne recuerda el día que debutó como primera vedette en el ya hoy desaparecido gay club: "Aquello me dio un subidón… yo como primera vedette de cabecera de cartel y además me decían: este lloviendo o nevando la gente está esperando en la puerta para entrar. Todo tipo de público".

Del mundo de la noche al día: Berkana fue el primer negocio diurno que abrió en Chueca hace 23 años: "Hemos hecho de psicólogo sin título, de información turística pero no entraban fácilmente, llegaban a la puerta y no eran capaces de entrar" cuenta Mili Hernández, copropietaria de la librería.

Desde Lorca hasta Chavela Vargas, en la emblemática residencia de estudiantes hasta la estatua del poeta andaluz en el Barrio de las Letras, que según cuenta la sabiduría popular, la encargó su último novio, "El rubio de Albacete" al que dedicó sus sonetos del amor oscuro. El amor hoy frente a un arcoíris orgulloso.