El uso de lenguas cooficiales a partir de este martes en el Congreso de los Diputados, con el visto bueno del PSOE y Sumar, cumple con las exigencias planteadas por grupos como Junts y ERC y es un paso significativo para intentar atraer su apoyo en una investidura de Pedro Sánchez.
Las conversaciones del Gobierno en funciones con Junts para una posible investidura de Sánchez avanzan con mucha discreción, sobre todo por parte del PSOE, pero algunos gestos y acuerdos daban pistas desde hace semanas de que el camino se iba despejando, aunque sigue sin estar claro cuál será el desenlace. Uno de estos acuerdos consiste en la reforma del reglamento del Congreso para permitir el uso de las lenguas cooficiales en toda la actividad parlamentaria, que fue una de las exigencias planteadas por Junts y ERC para que saliera adelante el pacto sobre la Mesa de la Cámara Baja, presidida por la socialista Francina Armengol. Pero ya desde este mismo martes, durante el pleno del Congreso que debatirá precisamente esta reforma del reglamento, los diputados que lo deseen podrán usar el catalán, euskera y gallego en sus intervenciones por decisión de la Mesa, donde el PSOE y Sumar son mayoría.
El presidente de ERC, Oriol Junqueras, irá este martes al Congreso antes de un debate parlamentario que servirá para analizar el estado actual de las relaciones del PSOE y Sumar con los republicanos catalanes y sobre todo con Junts, cuyo apoyo es fundamental para que una hipotética investidura de Sánchez salga adelante.
El propio Sánchez dio por hecho el domingo que habrá un "gobierno progresista", pero declaraciones de otros dirigentes socialistas y una mayor precaución por parte de Sumar han rebajado en los últimos días las expectativas.
La ley de amnistía, que fue una de las peticiones que planteó el expresidente catalán Carles Puigdemont para que Junts apoye una investidura, sigue siendo uno de los asuntos más controvertidos y sobre los que el PSOE guarda más silencio, aunque socialistas históricos como el expresidente del Gobierno Felipe González o el exvicepresidente Alfonso Guerra han expresado su rechazo.
Los detalles concretos sobre esta amnistía son una de las claves que podrían facilitar el acuerdo, así como la renuncia por parte de los independentistas catalanes a repetir la declaración de independencia de octubre de 2017, sobre todo después de que la vicepresidenta del Gobierno y líder de Sumar, Yolanda Díaz, haya dicho que "donde hay un acuerdo no caben unilateralidades". Por su parte, el ministro de la Presidencia en funciones, el socialista Félix Bolaños, ha comentado que "diálogo, convivencia, acuerdos entre diferentes, mirar al futuro, progreso y superar la tensión insoportable del año 2017" son las claves de cualquier acuerdo que tenga que ver con Cataluña.
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Tanto ERC como PNV piden al PSOE más concreción para alcanzar un acuerdo de investidura, pero los socialistas siguen cautos ya que subrayan que seguimos en el tiempo de la investidura del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, prevista para el 26 y 27 de septiembre y que previsiblemente no saldrá adelante por falta de apoyo. Como antesala a este pleno de investidura y para tratar de redoblar la presión sobre el PSOE, el PP ha convocado este domingo un acto de partido en Madrid contra una posible ley de amnistía al que asistirán entre otros los expresidentes del Gobierno José María Aznar y Mariano Rajoy.
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