El expresidente de la Generalitat y eurodiputado de Junts, Carles Puigdemont, ha reclamado al Estado reconocer la "legitimidad" del independentismo, una ley de amnistía que afectaría a los encausados por el 'procés' y garantías de cumplimiento de los acuerdos como condiciones previas para empezar a negociar sobre la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno. Todo ello sin renunciar a la unilateralidad. También exige un mecanismo de mediación.

En una conferencia desde Bruselas este martes, ha asegurado que estas condiciones, que cree que ahora no se dan, deben preceder a una negociación para llegar a un "acuerdo histórico" con el objetivo de resolver el conflicto en Cataluña que, a su juicio, se remonta a 1714.

Aun así, Puigdemont ha advertido de que "solo un referéndum acordado con el Estado español podría sustituir el mandato del 1-O", y ha añadido que no existen impedimentos constitucionales para celebrarlo. De hecho, según él, el artículo 92 de la Constitución española lo permitiría.

"Hoy no existen las condiciones para llegar a ese acuerdo, si hay interés, esas condiciones se deberían crear", ha insistido. Puigdemont se ha mostrado condundente en sus reivindicaciones, haciendo un retrato de lo que ha sido, según él, la crisis de confianza en Cataluña. Ha pedido en primer lugar identificar elementos del conflicto. "Hacer ver que estos elementos no existen o ignorarlos no permitirían resolver conflicto", defiende. Así, ha enumera la "sentencia del Constitucional de 2010, incompatible con el pacto constitucional de 1978". Ha hablado de criminalizacion del 1-O y defendido el Estatut catalán, la transferencia de competencias para realizar un referéndum e insistido en que esos elementos que confirman el conflicto es el incumplimiento de los "pactos, las inversiones, las estrategias de cambios de sedes de empresas". Ha destacado también la "aplicación salvaje del 155" y ha señalado que no sabe si los grandes bloques políticos están preparados para una negociación "con todo lo que representamos".

Así, durante su comparecencia ha recordo en varias ocasiones que tendría que ser una negociación histórica con un acuerdo histórico, no una patada hacia delante para "dejar a la derecha a un lado".

Puigdemont enumera varias condiciones para negociar:

  • Reconocimiento y respeto a la legitimidad democrática del independentismo.
  • Abandono de la vía judicial contra los independentistas. "Debe ser un abandono permanente", ha pedido.
  • Creación de un mecanismo de verificación que aporte garantías de los compromisos que se puedan alcanzar. "La falta de confianza de las partes lo hace necesario", añade.
  • Recuerda el compromiso para que el catalán sea reconocido en Europa.
  • El marco de cuáles son los límites para una negociación.

Para Puigdemont, ninguna de estas condiciones previas es contraria a la Constitución. "Solo dependen de la voluntad política", advierte añadiendo que son esas condiciones previas, la negociación podría desarrollarse. Puigdemont ha insistido en que si no hay una ley de amnistía no se creará el marco para poder comenzar a negociar una investidura.

"Está al alcance del gobierno español que inicie ley de amnistía, pero también es responsabilidad del gobierno en funciones, a través de la Fiscalía y de la abogacía del Estado, y se tiene que hacer para reparar una injusticia, no para olvidar", ha defendido.

Y después de la investidura, según Puigdemont habría que empezar a hablar de un referéndum. El líder de Junts se ha mostrado contundente pidiendo el abandono de la vía judicial y exigiendo que se verifique cada paso que se va dando si se alcanza un acuerdo con "alguno de los bloques".