Pasan los días, continúan las negociaciones. Pero en silencio. Ya antes del batacazo que sufrió Alberto Núñez Feijóo en su debate de investidura, a sabiendas de que la candidatura del líder del PP iba a fracasar, el PSOE ha actuado con suma discreción en busca de los apoyos necesarios para renovar el Gobierno de la coalición por una legislatura más. El objetivo sigue siendo el mismo que marcaron las urnas del 23J: lograr el apoyo decisivo de los independentistas catalanes -junto con el de más formaciones cuyo trato ha resultado ser más sencillo- para votar a favor de Sánchez en su investidura.

Las negociaciones, por lo poco que se está sabiendo de las mismas, no están resultando ser nada fáciles. Tanto ERC como Junts ponen sobre la mesa dos cuestiones clave para prestar sus diputados al PSOE. Por un lado, una ley de amnistía que exonere las penas de los condenados por el procés catalán. Una medida que parece estar dispuesto a negociar el PSOE, atendiendo a las recientes palabras de Pedro Sánchez: "Yo sé que esa es la pregunta que se hace, incluso me dicen que por qué no me refiere a ello directamente".

"Estamos negociando con los distintos grupos parlamentarios", señaló el presidente en funciones este jueves al responder sobre la amnistía. "Cuando tengamos una posición concreta, la expondremos", precisó. Por otro lado, los independentistas insisten en el plan por el que llevan apostando la última década: un referéndum de autodeterminación para conocer la opinión de la población sobre la situación de Cataluña respecto al resto del Estado. Una propuesta que está generando grandes tensiones en el seno de la coalición. Es, al menos, lo que parece si uno se fija en las respuestas de PSOE y Sumar.

Desde la formación liderada por Yolanda Díaz están trabajando en ambos escenarios. Por un lado, este viernes se ha conocido que Sumar hará pública su propuesta para una ley de amnistía el próximo martes en Barcelona: "Trabajo en coordinación con el presidente del Gobierno. Mi agenda catalana está compartida", ha señalado Díaz en una entrevista concedida a Gemma Nierga en 'Cafè d'idees'. Por otro lado, la confluencia de partidos a la izquierda del PSOE también se ha abierto a la celebración de un referéndum en Cataluña: "Somos partidarios de que voten, pero tras un acuerdo".

En el PSOE, sin embargo, no andan en la misma línea. Entienden, sobre la cuestión de la consulta, que es una opinión personal de la vicepresidenta y ministra en funciones. Pero recuerdan que Sumar no está llevando en ningún caso la negociación con ERC y Junts; en todo caso, desde el PSOE han vuelto a dejar claro que no van a aceptar un referéndum como moneda de cambio para investir a Sánchez. En esta línea, los socialistas también han restado importancia a la advertencia de Junts de que votarán 'sí' o 'no' a la investidura, y en ningún caso 'abstención'.

Creen, de hecho, que a lo largo de estas semanas, hasta que se lleve a cabo el debate de investidura de Pedro Sánchez, se verá bastante sobreactuación por parte de las fuerzas independentistas. No obstante, la tranquilidad reina, de momento, en un PSOE que tiene claro que el acuerdo esta bastante encarrilado. Y en este sentido, han sido trasparentes: su intención es lograr el acuerdo con Junts, hagan lo que hagan otras formaciones. Se refieren las fuentes del PSOE a la reciente propuesta de Fernando Clavijo, presidente de Canarias y de Coalición Canaria que ofreció a Sánchez el apoyo de su partido a cambio de no pactar con el independentismo.

A la espera de que se aclaren las posturas, todo el mundo centra ahora su mirada en el calendario para intentar adivinar cuándo se puede llevar a cabo la investidura de Sánchez. Las fuentes del PSOE apuntan que noviembre "es el mes más probable" para celebrar el debate, si bien siguen sin querer pillarse con las fechas. Pero ¿por qué hablan de noviembre? Primero, por la complejidad de los acuerdos; segundo, porque se han dado un mes de acuerdo programático con Sumar. Además, el PSOE también tiene que consultar a sus bases sobre ese acuerdo.