Cada estación tiene sus propios problemas: mientras las alergias son el principal mal de la primavera, en invierno, por ejemplo, es común encontrarse con dolores de garganta o con los labios cortados, en gran medida relacionado con las bajas temperaturas. Otro de los grandes males de esta época del año es acabar con las manos secas y agrietadas por el frío.
La mejor manera de proteger la piel de las manos frente a las bajas temperaturas es utilizar unos buenos guantes, pero no siempre es posible. Dado que las manos son una de las partes del cuerpo más expuestas (y no todo se puede hacer con los guantes puestos) acaban sufriendo hasta el punto de aparecer grietas y sabañones.
Las bajas temperaturas, el sol, la lluvia, los cambios bruscos de temperatura o el aire seco del interior de las casas son posibles peligros para el bienestar de la piel. Por otro lado, además de los factores externos, algunas personas sufren sequedad de la piel de las manos por una enfermedad subyacente, como puede ser el lupus o la diabetes, que afectan al flujo sanguíneo a las extremidades. Del mismo modo, otras enfermedades que afectan a la piel, como la psoriasis y el eczema, pueden provocar sequedad en la piel de las manos, así como descamación y grietas. Si te preocupa tu salud, toma nota de los siguientes consejos para proteger tus manos.
Por qué se agrietan las manos con el frío
Es curioso cómo las manos pueden cambiar de manera radical, de estar suaves en septiembre a volverse rojas, ásperas y agrietadas de enero a marzo. El principal culpable de esta situación es la falta de hidratación en la piel. Y es que la humedad del aire exterior cae en picado durante los meses de invierno, y lo mismo sucede con la humedad dentro de las casas, debido a la calefacción.
Se da la circunstancia de que en las manos hay pocas glándulas sebáceas y menos panículo adiposo (tejido que almacena grasa) que en otras zonas del cuerpo. Además, cuando hace frío, se produce una vasoconstricción sanguínea y se reduce la función de las glándulas sebáceas, cuya función es crear una barrera protectora.
Esto, unido al viento, la sequedad ambiental y los cambios bruscos de temperatura, hacen que se deteriore esta protección que tenemos. En otras palabras: el frío no solo irrita y reseca las manos, sino que impide que conserven su hidratación natural.
Por otro lado, el lavado de manos y el uso de gel hidroalcohólico con mucha frecuente para evitar enfermedades también influyen en el descenso de los aceites naturales que protegen la piel. Todo ello deja las manos tan deshidratadas que puede hacer que se agrieten, aparezcan ronchas rojas que piquen, se pelen e incluso sangren.
Consejos para cuidar las manos en invierno
A continuación, te dejamos algunos consejos para cuidar tus manos durante el invierno:
- Usa guantes: hazlo siempre que salgas a la calle porque el aire helado y el viento frío reseca las manos. Ponerse guates es la forma más fácil de proteger las manos. Te aconsejamos que tengas varios pares de guantes en diferentes lugares para que siempre encuentres unos a mano.
- Utiliza guantes de goma para las tareas domésticas: no se te ocurra limpiar o lavar los platos con las manos desnudas. La sobreexposición al agua caliente y a los productos químicos puede despojar a la piel de sus aceites naturales y resecarla y agrietarla. Si la textura de los guantes de látex tampoco te ayuda, usa unos guantes de algodón por debajo de los de goma.
- Comprueba la humedad de tu casa: usa un humidificador o, simplemente, pon un recipiente con agua cerca de la calefacción para asegurarte de que los niveles de humedad son óptimos.
- Utiliza una crema hidratante a diario: ponte crema de manos varias veces al día para nutrir tus manos.
- Ponte un tratamiento de hidratación profunda por la noche: puedes hacer con una crema hidratante específica o con vaselina. Colócate unos guantes de algodón para ayudar a que la crema siga actuando toda la noche.
- Exfolia tus manos: esto ayudará a eliminar la piel muerta y hará que los productos hidratantes penetren mejor. Se recomienda exfoliar las manos una vez por semana para ayudar a regenerar la piel y así tenerlas en perfecto estado a pesar de las bajas temperaturas.
- Utiliza jabones suaves para no resecar la piel.
- Usa agua tibia en la ducha: el agua caliente despoja a la piel de sus aceites naturales.
- Seca sin frotar: para respetar la epidermis lo máximo posible, seca la piel sin frotar. Lo mejor es que lo hagas con pequeños toques, pero sin arrastrar la toalla sobre la piel.
- Usa protector solar en las manos: existen cremas de manos con SPF para hidratarlas y protegerlas al mismo tiempo.
- Evita la lana: lo mejor es que te pongas prendas de algodón. La lana puede ser algo molesta e irritar la piel.
- Bebe agua: recuerda que la hidratación no solo se aplica por fuera, sino también debe estar presente en el interior de la piel.
Remedios caseros para las manos muy estropeadas
Una persona puede probar estos remedios como primera línea de tratamiento para las manos secas:
- Utiliza crema hidratante
- Protege la piel del sol
- Usa tratamientos nocturnos más intensos
- Aplica aloe vera (tiene propiedades antibióticas y antiinflamatorias)
- Haz una mascarilla de aguacate: mezcla aguacate, aceite de oliva y miel. Aplícala en las manos y aprovecha los beneficios hidratantes de sus potentes ingredientes.
- Evita el jabón
- Usa guantes
- Utilizar un humidificador
- Disminuye el estrés
- Evitar los secadores de aire caliente
- Exfolia. Puedes hacer un exfoliante casero con aceite de oliva, azúcar y aceite esencial de lavanda.
Esperamos que estos consejos te sean de ayuda. Puedes también tener siempre crema hidratante cerca del lavabo, para acordarte de ponértela después de lavarte las manos.
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