Y llegó la "séptima" ola de COVID-19. Las sospechosas de este aumento de casos son las nuevas subvariantes o linajes de ómicron, BA. 4 pero sobre todo, BA. 5,mucho más contagiosa y transmisibleque sus antecesoras.
Es precisamente esta mayor contagiosidad una de las características especiales o peculiares de esta nueva ola de contagios de COVID-19 que está incidiendo en España, como ya ocurrió en Portugal donde ya han pasado su pico de incidencia, tras la irrupción de estas nuevas variantes o subvariantes.
Según el último informe publicado por el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) del Ministerio de Sanidad, con fecha del 28 de junio, la BA.5 es ya el linaje predominante en casi todas las comunidades autónomas, a excepción de Canarias y Castilla-La Mancha.Por su parte, Baleares y Galicia se sitúan a la cabeza con más de 70% de los casos.
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Hay que matizar que BA.5 no es una variante en sí sino un linaje o subvariante de la variante ómicron (sería algo así como pequeñas modificaciones o mutaciones de Ómicron), por lo que Ómicron sigue siendo la variante dominante en el mundo.
BA.5, más contagiosa que las anteriores
"Según los estudios conocidos hasta el momento, podemos afirmar que BA. 5 es más contagiosa y por tanto con una curva de crecimiento mayorque la anterior subvariante de ómicron BA.2", afirma a laSexta.com el Dr. Javier Arranz, médico de familia y portavoz del Grupo de Trabajo en Enfermedades Infecciosas de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC).
"Tiene por tanto, una mayor capacidad de transmisión y además, y esta es quizá la parte más importante, más capacidad de saltarse la inmunidad, tanto la natural de una infección previa (con otro linaje) como la provocada por las vacunas", añade.
De hecho, el epidemiólogo y exdirectivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Daniel López Acuña ya avisó a principios del pasado mes de mayo de la "mayor proclividad a escapar de la eficacia de las vacunas" de estas nuevas subvariante de ómicron, especialmente la ya predominante en España, BA.5.
Por otro lado, otra de las peculiaridades de esta ola, según añade el doctor Arranz, es que ahora ya no se cuentan todos los contagios, por lo que no podemos tener una foto fija y real de esta ola. Con el cambio de Estrategia de Vigilancia y Control de COVID-19, en el cómputo de datos, desde el 28 de marzo no se contabilizan todos los contagios de la población sino sólo aquellos declarados en mayores de 60 años.
"La estrategia va encaminada a fijarnos mucho en las personas vulnerables y esto a veces complica incluso poder compararse con otros países. Lo que puede dar una falta sensación de realidad. De que se perciba, por ejemplo, que hay menos contagios. Por lo que esta ola, en este sentido, no permite sacar conclusiones claras en cuanto a la magnitud de los contagios", asegura el experto.
Así y atendiendo sólo a los mayores de 60 años, según el último informe publicado ayer por el CCAES, "la monitorización de la incidencia acumulada a 14 días en personas de 60 o más años se encuentra en ascenso desde hace tres semanas y se sitúa en 755,71 casos por 100.000 habitantes, a fecha de 24 de junio de 2022".
BA.5 no parece más grave pero hay que proteger a los vulnerables
En cuanto a hospitalizaciones y defunciones, según subraya dicho informe, "el elevado número de casos registrados desde el inicio de la pandemia (más de doce millones) y las elevadas coberturas vacunales (más del 89% de las personas mayores de 5 años con pauta completa y más del 90% de las personas de 60 o más años con dosis de recuerdo) indican un elevado nivel de protección inmune en la población, especialmente frente a la enfermedad grave". Además -según añade también el documento- "los últimos datos disponibles sobre la eficacia vacunal frente a hospitalización y defunción confirman que ésta se mantiene en niveles altos".
No obstante, es importante tener en cuenta, "sobre todo a los mayores de 60 años y a las personas vulnerables (personas mayores y inmunodeprimidas por diferentes tratamientos médicos y a las mujeres embarazadas)", indica el doctor Arranz. Pues al haber un aumento de casos, la probabilidad de que haya complicaciones o más hospitalizaciones será mayor. Por ello, "es importante protegerles en estos momentos donde hay tantos contagios".
No obstante, y según afirma el experto, aunque hay un aumento de casos, al igual que pasó en Sudafrica al inicio de esta variante, "no parece que vaya a haber un aumento explosivo de ingresos. Igualmente, los estudios realizados en Reino Unido nos dicen que con las vacunas estamos bien protegidos aún frente a enfermedad grave -no así de la infección- por lo que parece que no va a haber una mayor gravedad".
Pero es importante tener en cuenta -insiste- y proteger siempre a las personas vulnerables que pueden ser las más afectadas en esta nueva ola, "más teniendo en cuenta la contagiosidad de esta variante y el tiempo que ha pasado desde que se pusieron las dosis de recuerdo (bien 3 dosis o 4 en algunas personas). Todavía no tenemos nuevas vacunas adaptadas a ómicron, por lo que estas personas van a ser más susceptibles al contagio. Se estima que será a finales de año cuando lleguen esas vacunas de segunda generación que tendrán incluido los componentes de la variante original de Wuhan y también los de Ómicron", sostiene el experto.
De hecho, es importante que una persona mayor de 60 años o una persona vulnerable, cuando dé positivo en un test de antígenos, aunque se encuentre bien, llame a su médico para hacerle un seguimiento. "Aunque se encuentre bien", insiste el experto. No cuando empiece a encontrarse mal. Y esto es así por dos motivos.
Primero porque a veces los síntomas más "alarmantes" o preocupantes por los que hay que consultar sí o sí -incluso acudir a urgencias- como la falta de aire "puede venir de forma repentina", asegura el experto. También es importante consultar con nuestro médico cuando la fiebre no cese en 3-4 días.
Y en segundo lugar -añade el experto-, porque en la actualidad existen medicamentos preventivos para frenar la progresión de la infección, es decir, que evite la enfermedad grave como es por ejemplo, el famoso Paxlovid, un antiviral que puede aplicarse en los 3-4 primeros días de la infección o el Evusheld "que serían anticuerpos monoclonales que van dirigidos a personas no vacunadas vulnerables o a personas inmunodeprimidas que incluso habiendo sido vacunadas no han generado anticuerpos contra el virus, debido a su inmunodepreisión".
En todos estos medicamentos será nuestro médico de atención primaria quienes indiquen, según características individuales de cada paciente, si se es o no candidato a la aplicación de estos fármacos. Por ejemplo, en este informe de la Agencia Española de Medicamento se explica de forma general los criterios de uso de antivirales como el Paxlovid y los criterios del Evusheld.
Síntomas de BA. 5 y periodo de incubación
¿Cómo podemos saber si lo que tengo es COVID o es un catarro? ¿Existen síntomas diferentes o características de este nuevo linaje de Ómicron que pueden indicarnos que efectivamente nos hemos contagiado de SARS-COV-2 y tenemos COVID-19?
La realidad es que hay que seguir teniendo en cuanta que cualquier síntoma respiratorio o febril puede compatible con COVID. Además, ahora tenemos herramientas diagnósticas muy accesibles, al alcance de prácticamente de todos, que podrán sacarnos de dudas, como son los test de antígenos de venta en farmacia. Aquíos contábamos paso a paso cómo hacernos un test nasal o de saliva.
Según explica el doctor Arranz, "no parece haber ningún síntoma claro de esta nueva variante: todavía no tenemos suficientes análisis clínicos de ver aún las características. Por ahora lo que vemos es que se mantiene, curiosamente similar a otros casos: fiebre, sensación de cansancio importante y dolores musculares, como síntomas más llamativos. Es cierto que ahora que hay más contagios, cualquier síntoma respiratorio puede ser COVID".
Por otro lado, y según datos reciente de Sanidad Pública de Francia (Santé Publique France), los síntomas COVID más mayoritarios de las subvariantes BA.4 y BA.5 son la astenia y la fatiga; la tos; la fiebre y la cefalea. Es relevante destacar, según reporta este informe, síntomas como el dolor de garganta o la diarrea, que no estaban tan presentes en la primera versión de ómicron.
Por último, en cuanto al tiempo de incubación, es cierto que con ómicron, parece haberse acortado. "Es decir, el tiempo en el que yo me infecto y empiezo a tener síntomas parece más corto que con otras variantes. Antes, a lo mejor, podíamos tardar hasta 7 días hasta que el virus daba la cara y con ómicron ese tiempo se ha ido acortando y podemos tardar, desde el contacto, solo 2-3 días en tener síntomas", concluye el experto.