Los infectados por coronavirus que sean leves o asintomáticos ya no tendrán que guardar cuarentena. Es uno de los cambios que introduce la nueva estrategia de vigilancia y control frente al COVID-19 tras la actualización aprobada este martes por la Comisión de Salud Pública, que entrará en vigor el próximo lunes, 28 de marzo.

La nueva estrategia asimismo recoge que la indicación de realización de pruebas diagnósticas pasará a centrarse en personas con factores de vulnerabilidad (mayores de 60 años, inmunodeprimidos y embarazadas), ámbitos vulnerables (sanitarios y sociosanitarios) y casos graves de la enfermedad, grupos en los que se centrará la vigilancia a partir de ahora.

En cuanto al control del COVID-19 entre la población general, los casos confirmados leves y asintomáticos no realizarán aislamiento y sus contactos estrechos tampoco tendrán que hacerlo, aunque se recomendará usar mascarilla en todos los ámbitos y evitar el contacto con personas vulnerables. En centros sanitarios asistenciales o sociosanitarios, no obstante, se podrán implementar medidas específicas de aislamiento y control.

Así lo ha indicado Sanidad en un comunicado, en el que incide en que esta nueva estrategia responde al compromiso alcanzado por la ministra Carolina Darias y los consejeros autonómicos del ramo.

En cualquier caso, esta nueva estrategia se aplicará siempre y cuando los indicadores de presión asistencial se mantengan bajos y no se produzcan cambios significativos en la tendencia de la pandemia que indiquen una circulación descontrolada del virus o cambios en la situación epidemiológica que requieran restablecer otras medidas.

Con la puesta en marcha de esta nueva estrategia, España da un paso más en la normalización de la infección por coronavirus, más de dos años después del estallido de la pandemia en nuestro país.

La Comisión de Salud Pública -en la que están representados tanto el Ministerio de Sanidad como las comunidades autónomas- ha decidido que a esta nueva fase de transición en la vigilancia epidemiológica, que llega "tras la fase aguda de la pandemia", le seguirá "un sistema consolidado de vigilancia de las infecciones respiratorias agudas".