Las enfermedades hepáticas son aquellas que afectan al hígado, de alguna que otra forma, impidiendo su buen funcionamiento. Las más frecuentes son las hepatitis (inflamaciones del hígado que ocurren por diversas causas), la cirrosis y el cáncer de hígado.

Según datos de la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH), hasta 1 de cada 5 españoles está en riesgo de padecer una enfermedad hepática. Las causas más frecuentes de las enfermedades del hígado son el consumo de alcohol, la toxicidad por fármacos, las hepatitis virales o autoinmune y la llamada enfermedad hepática por depósito de grasa.

Ahora, investigadores del Clínic-IDIBAPS en Barcelona han liderado un estudio internacional, publicado en la revista científica 'The Lancet', en el que han diseñado un índice que permite determinar el riesgo de desarrollar cirrosis u otras enfermedades graves en el hígado en la población general. Gracias al uso de ocho variables se podrán aplicar cambios en el estilo de vida de las personas en riesgo, diagnosticar de forma precoz estas enfermedades e iniciar tratamientos que frenen su progresión.

Este proyecto se ha realizado en el marco del proyecto Europeo LiverScreen coordinado por Pere Ginès, consultor del Servicio de Hepatología del Clínic y jefe del grupo Enfermedades hepáticas crónicas: mecanismos moleculares y consecuencias clínicas del IDIBAPS, jefe de grupo del CIBEREHD y catedrático de Medicina de la Universidad de Barcelona.

Predecir el riesgo de enfermedades hepáticas

El estudio se centró primero en el desarrollo de un índice de riesgo. Para ello, los investigadores se basaron en los datos de 6.400 personas sin enfermedad hepática conocida, pero que después de una prueba de elastografia hepática se vio que algunas de ellas tenían fibrosis hepática.

Este índice de riesgo después se validó en un grupo de 8.369 personas de la población general y su valor pronóstico se determinó en una cohorte de más de 416.000 participantes sin enfermedad hepática y con un seguimiento de 12 años. El índce, denominado LiverRisk, está basado en 8 variables: edad, género y seis variables estándares de laboratorio que se pueden determinar en cualquier laboratorio del mundo. Permite hacer una predicción de la aparición de fibrosis hepática y de cuál es la situación de normalidad o de anormalidad del hígado de una persona y también prever la posibilidad de aparición de complicaciones a largo plazo.

"De este modo se puede prever la posibilidad que una persona tenga una cirrosis a largo plazo y acabe desarrollando cáncer o muriendo por la enfermedad. La aplicabilidad es parecida a la de los factores de riesgo cardiovascular que existen desde hace muchos años y que predicen si una persona tiene un riesgo de tener un infarto de miocardio", señala Ginès.

"En este caso sería parecido, pero determinando el riesgo de una enfermedad hepática grave. Y esto es importante porque podrá tener aplicabilidad en cuanto a diagnosticar de manera precoz estas enfermedades y hacer un tratamiento antes de que los pacientes desarrollen una cirrosis y por tanto, la aplicabilidad es muy importante en una área en la que hasta ahora no había ninguna posibilidad de diagnóstico precoz", concluye el experto.