No hay duda de que El juego del calamar es la serie de moda y tampoco hay duda alguna de que no es en absoluto un buen ejemplo para los niños y niñas. A pesar de que la serie está indicada para mayores de 16 años, se ha vuelto toda una tendencia entre los pre-adolescentes. De hecho, ya hay colegios (en España) que alertan que los chavales en el patio del recreo están imitando los juegos de la serie. Algo según los expertos, nada bueno ni recomendable para su desarrollo. Y los padres y madres deben actuar.
"La serie tiene una estética muy infantil, los protagonistas (adultos) juegan a juegos infantiles que recuerdan a los que hemos jugado todos de niños, pero el problema es que el contenido es muy, muy, muy agresivo. Hay mucha violencia. Y además una violencia muy gratuita: se recrean en ella", explica a laSexta Silvia Álava, doctora en psicología, directora del área de psicología infantil del centro de psicología Álava Reyes y escritora de varios libros, 'El arte de aprender jugando' es su último libro.
Aunque es una serie para mayores de 16 años, lo están viendo fundamentalmente preadolescentes, pero también niños y niñas y "a esas edades no se está preparado cognitivamente para entender y procesar tanta violencia. Ni tampoco para entender el sentido de la serie", explica la doctora. Y el problema viene, porque en ocasiones, "hay niños y niñas que no son capaces de digerir esa violencia ni esas escenas tan agresivas y pueden quedar grabadas en la memoria como un elemento traumático. Y esto ocurre", dice Álava.
"Hay niños y niñas que vienen luego a consulta porque una serie o una película les ha dado mucho miedo y se han quedado enganchados a ese miedo, porque no han sabido digerirlo, no han sabido procesarlo bien, y al final, ese miedo acaba repercutiendo en su vida diaria. Todas estas modas pueden interferir y repercutir de forma negativa", cuenta la experta. Así, es importante, respetar la edad a la que se deben ver contenidos con tanta violencia y agresividad.
1. Proteger a nuestros hijos e hijas
Seguramente, muchos niños vean la serie porque "todos la ven". ¿Y cómo voy a ser yo el único/a que no vea 'El juego del calamar', si toda mi clase la ve, y además, juegan todos a imitarla en el recreo? En este sentido, es importante recordar a los padres que aunque cueste, y cueste mucho, deben proteger a sus pequeños.
"Es importante, como adultos, como padres y madres, explicarles a nuestros hijos que aunque el resto de la clase vea la serie, no tenemos que hacerlo nosotros también. Y sobre todo hacerles ver que nuestro deber como padres es protegerles, e indicarles quedeterminados contenidos visuales no son buenos para ellos, para su edad. Que es lo mismo que cuando no les dejamos ir a determinados sitios o a unas horas determinadas", sostiene Álava.
2. Hablar con ellos de los valores que importan
Si ya han visto la serie o les pillamos viendo la serie, sería importante hablar juntos, con nuestros hijos, sobre los "valores" de los que en ella se hablan. Según explica Álava, es clave y fundamental que hablemos con ellos y abordemos juntos lo que han visto o están viendo, que les expliquemos que eso que se muestra esa ficción no está bien, que esos no son los valores que como padres, les queremos transmitir.
Y aprovechar así ese momento -aconseja la experta- para hablarles, nosotros, de los valores que sí queremos transmitirles: que no todo vale por un premio, que el valor de las personas, la lealtad y la amistad están por encima de cualquier juego. Porque ¿de verdad quieres fallar a tus amigos por un premio? Es importante mostrarles como padres lo que está mal del la serie, corregir lo que ya hayan visto e inculcarle nosotros, los verdaderos valores.
3. Y explicarles que sí hay segundas oportunidades
Una de las cosas más sorprendentes de la serie es que no da pie al error, quien falla, directamente, muere. No existen las segundas oportunidades. Y esta 'lección' no es precisamente, nada, nada buena. Es importante que los pequeños sepan que el error es fundamental para aprender, que la vida está llena de oportunidades, que para ganar, hay que fallar una y mil veces. Y que como dice Michael Jordan, uno de los mejores deportistas de todos los tiempo, "en mi vida he fracasado una y otra vez y es por ello por lo que he tenido éxito".
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"Vivimos en una sociedad en que el error es algo muy penalizado y estas series además, no ayudan. A muchos jóvenes les genera problemas de ansiedad. Los niños no quieren fallar por miedo, porque piensan que los demás les considerarán inferiores y esto les llevará a la inseguridad y reducirá su autoestima... "Es por ello que debemos trabajar en el error, explicarles y enseñarles a nuestros hijos que no pasa nada por fallar, que es parte del proceso de aprendizaje. Que vamos a fallar una y mil veces en nuestra vida", concluye Álava.