Lavuelta al cole está a la vuelta de la esquina y empezamos nunca mejor dicho a llenar a mochilas de nuevos libros y material escolar. Uno de los más importantes para nuestros pequeños y pequeños son precisamente las mochilas, porque una mochila inadecuada podría dañar la espalda y la salud de nuestros hijos e hijas.

"Para que una mochila escolar de los niños y adolescentes sea saludable para la espalda, y de esta forma se eviten problemas musculoesqueléticos en el futuro, estas no deben estar muy cargadas (no deben superar el 15% del peso total de quién la lleve)", explica la Dra. Helena Bascuñana, médico especialista en Medicina Física y Rehabilitación, vicepresidenta de la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF).

Pero además, "tienen que tener asas anchas (que siempre deben llevarse puestas y no dejar la mochila colgando), y es aconsejable que tengan un cinturón para poder abrocharse a la cintura", añade la experta, ante el inminente inicio del curso escolar que en muchas communidades empezarán ya a partir del 11 de septiembre.

Así, desde la SERMEF, sociedad científica que aglutina a los médicos rehabilitadores de España -que son los facultativos que centran su labor en el diagnóstico, evaluación, prevención y tratamiento de la discapacidad encaminados a facilitar, mantener o devolver el mayor grado de capacidad funcional e independencia posibles- quieren concienciar a la ciudadanía sobre la importancia de adquirir y mantener en el curso escolar unos hábitos saludables sencillos.

Las claves para comprar la mochila perfecta

En primer lugar, con respecto a las mochilas, la experta afirma que "los niños y niñas suelen llevar mochilas con mucho más peso del que deberían y con frecuencia aparece el dolor de espalda. No se debe superar el 15% del peso total de quién la lleve porque incluso a largo plazo puede provocar que el niño o adolescente tenga una talla más baja de la que debería".

En este contexto, la experta de la SERMEF hace hincapié en que "no hay que ponerse la mochila en modo bandolera. Hay que ponerse siempre las dos tiras y estas deben ser anchas. Es mejor si la mochila está acolchada en la espalda y dispone de un cinturón para ajustar a la cintura mejor. De esta forma se evitarán balanceos que impactan de forma negativa en la columna".

Además, la Dra. Bascuñana subraya que es "fundamental pensar el contenido a introducir en la mochila porque no hay que llevarlo todo sino solo lo que hace falta. Es muy importante que los niños tengan el hábito de planear lo que se necesita llevar al día siguiente para intentar que lleven el menor peso posible".

"Por último, sobre las mochilas, es importante apuntar que las que llevan ruedas son cómodas para ir al colegio, pero son incómodas para moverse dentro del propio centro escolar porque hay escaleras y los niños acaban levantando la mochila en una situación de más dificultad, subiéndola con una sola mano y provocando que la distribución del peso sea peor, con riesgo de generar dolor en la espalda", concluye.