Abusar del sol sin protección provoca daños en nuestra piel tanto estéticos como de salud. El efecto acumulativo y dañino que producen los rayos solares, “tarde o temprano terminan por aflorar”, explica Sandra Valle, médica estética y especialista en envejecimiento fisiológico de la Clínica Dimas de Barcelona.
Los daños visibles se manifiestan en forma de “envejecimiento prematuro (fotoenvejecimiento) como arrugas profundas, poros dilatados, sequedad, engrosamiento cutáneo, flacidez pudiendo llegar a queratosis actínica”, añade la doctora.
La piel tiene memoria y la exposición crónica a la luz solar provoca "la destrucción de colágeno y fibras de elastina. Aunque no se pueden revertir los efectos, sí se podrán tratar algunas alteraciones que vayan apareciendo. Por ejemplo, recurriendo al láser para las manchas, al ácido hialurónico...", añade la doctora, que también recomienda "diversos tratamientos médico-estéticos que nos ayudarán en cierta medida a reparar el daño solar como el IPL (láser de fotorrejuvenecimiento facial-luz pulsada intensa) y mesoterapias y ‘peelings’ químicos médicos".
En cuanto a la salud, los daños producidos en el ADN celular pueden derivar en "precáncer cutáneo, carcinoma basocelular y espinocelular o melanoma", señala.
Bulos peligrosos en redes
Bulos que se extienden en redes, como el llamado 'callo solar' que afirma que no pasa nada por tomar el sol sin protección, son muy peligrosos.
La doctora aconseja estar muy atentos a los primeros signos de que nos estamos pasando con el sol: "El eritema (enrojecimiento) es el primer signo de que la exposición está siendo excesiva o de que no estamos protegidos correctamente. Al eritema, le seguiría la quemadura solar, la cual ya producirá unos cambios 'permanentes' que pueden pasar factura en los años siguientes, en forma de manchas, rojeces, arrugas, flacidez, algún cáncer o precáncer de piel".
¿Y qué pasa con la necesidad de vitamina D?
Sandra Valle es muy clara al respecto: "La excusa de la vitamina D no cuela. El estímulo solar necesario para que nuestra piel sintetice vitamina D es 4-5 minutos en los meses de verano; 15 minutos en los meses de invierno. Los protectores solares, por muy bien aplicados que estén, nunca alcanzan una protección solar total. Suelen rondar el 93-96%. Por eso, a pesar de que utilicemos protección solar, vamos a tener el estímulo suficiente para sintetizar vitamina D".
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Para la doctora, es "rotundamente necesario" usar protección solar todo el año, "renovándola cada 2 horas, en verano. La fotoprotección tópica, junto con la fotoprotección oral y ser conscientes de que la mayor radiación es entre las 11 h y las 17 horas, son unas buenas medidas de prevención para el cuidado de nuestra piel", concluye.