Un vecino de Sallent, en Barcelona, será juzgado por un delito de maltrato animal, que podría comportarle hasta un año de prisión, por dejar solos en su casa a cuatro perros durante 12 días mientras él se fue de vacaciones a las Canarias.

Según ha informado la Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales (FAADA), que ejerce la acusación popular, los hechos ocurrieron en febrero del año pasado en Sallent, cuando el acusado se marchó doce días a las Canarias dejando a sus cuatro perros desatendidos.

Tres de los perros eran cachorros que dejó atados a la pared de la buhardilla con medio metro de cuerda, con bozal, sin agua y con el pienso repartido por el suelo mezclado con las heces y orines de los propios animales, según la acusación. El cuarto perro, adulto, se encontraba en la terraza, sin acceso a la buhardilla y a la intemperie, sin poder acceder a la comida ni al agua.

La FAADA ha conseguido que estos hechos, que inicialmente fueron tipificados como delito leve de maltrato animal, terminen juzgándose como un delito grave de maltrato animal, petición a la que se ha adherido el fiscal.

Según ha explicado la abogada de FAADA, Anna María Estaran Pérez, este cambio en la calificación de los hechos supone que, si en un primer momento la pena que se podía solicitar era de una multa de uno a seis meses, ahora tanto la acusación popular como el ministerio fiscal podrán solicitar hasta un año de prisión e inhabilitación de hasta tres años para la tenencia de animales.

Según FAADA, no es la primera vez que este vecino de Sallent se ausenta varios días dejando a los perros sin ninguna atención y sin procurar que algún familiar o amigo se hiciera cargo de los animales y asegurara su bienestar. En este caso, una protectora de la localidad se hizo cargo de los perros, y en la valoración veterinaria se concluyó que los cuatro animales presentaban deshidratación y malnutrición, caquexia, plantigradismo, mucosas hiperémicas, seborrea y descamación.

El perro adulto llevaba una cuerda ceñida atada al cuello que le provocó una herida abierta con mucha inflamación e infección que requirió cirugía constructiva. FAADA ha denunciado que, tres meses después del decomiso de los cuatro perros, volvieron a recibir un aviso de que el mismo vecino tenía en su posesión otro cachorro en condiciones iguales que el anterior.

Esta vez se trataba de un cachorro, encerrado en un transportin sin comida, sin agua ni movilidad, durmiendo sobre sus excrementos y orines, situado en el desván, a temperaturas muy calurosas y que también ha sido decomisado. Estarán Pérez ha celebrado que "casos como éste muestren un avance en la interpretación del tipo delictivo de maltrato animal y un aumento en la sensibilización de jueces y fiscales".