Tras varias semanas de trabajo,
Kiersten Miles descubrió que Talia, la niña que cuidaba, tenía una enfermedad y necesitaba un trasplante para vivir.
En ese momento la joven decidió
hacerse las pruebas para descubrir si podía ser donante. Los resultados
demostraron que Miles y Talia
eran compatibles.
La enfermedad de la pequeña le
obstruía los conductos del hígado con la bilis. Una grave enfermedad que solo le
podía salvar un trasplante.
La madre de Talia advirtió a la niñera los riesgos
que involucraba la operación. Miles decidió seguir con el proceso y
finalmente se realizó la operación de más de 14 horas. La joven ha tardado
nueve días en recuperarse.
"Muchas personas, muchas de
las cuales ni siquiera conozco, han compartido la historia de mi donación a
Talia", la niñera ha agradecido a través de Facebook las muestras de
cariño que ha recibido a lo largo de todo el proceso, ya que se ha convertido en un hecho viral.
"Al convertirse en un donante de órganos puede
salvar hasta 8 vidas". La joven ha aprovechado la ocasión para
aumentar la concienciación de la gente ante la donación de órganos, "cada mensaje
difunde más conciencia sobre la donación viva de hígado y la donación de
órganos en general".