Parece que el año que Froilán ha pasado en una escuela militar de Estados Unidos para reformarse no ha surtido mucho efecto, o bien es, simplemente, cosa de la edad. El joven, a punto de cumplir 18 años, decidió salir de fiesta un viernes con sus amigos y se le pasó la hora de regresar a casa.

Es lo que, al menos, pensaría su padre, Jaime de Marichalar. Pasadas las cuatro de la madrugada, el exmarido de la infanta Elena empezó a preocuparse por la tardanza de su hijo. Lo rocambolesco de la historia es que, lejos de salir a buscarle, Marichalar decidió enviar una patrulla de policía para recoger a Froilán, que se hallaba en un reservado exclusivo del Teatro Barceló.

Si la situación no fuera de por sí lo suficientemente divertida, Froilán, que no quería dejar la fiesta, se escondió en una de las salas de la discoteca cuando vio personarse a los agentes en el evento, y esperó paciente a que estos se fueran para continuar de marcha. Finalmente, el joven volvió a casa por su propia cuenta.

El disgusto debió durarle poco a Marichalar, pues al día siguiente Froilán volvió a salir de fiesta por la capital.