El año se despide con los precios disparados. La culpa, principalmente, es de la gasolina. Sólo en un año, el barril de petróleo se ha encarecido un 52%. Pero también se han encarecido las cestas de Navidad.

Se nota porque los precios no estaban tan altos desde agosto de 2013, cuando iniciaron una caída que los llevó a negativo durante casi dos años y que terminó este verano, cuando, impulsados por el petróleo, no han dejado de subir hasta este 1,5%.

Quienes más notarán la subida serán los pensionistas. Sus pensiones perderán valor adquisitivo, con una de jubilación media de 1050 euros ahora serán 13 euros más pobres al mes.

Aunque el gobierno ha negado una y otra vez esta pérdida de poder adquisitivo, pero los sindicatos ya anunciaron lo que iba a pasar.

La inflación también afectará a funcionarios y asalariados, con subidas previstas o pactadas que rondan el 1%, muy lejos de la subida de precios. El Banco de España prevé que en 2017 la inflación llegue al 2%.