Costaba 65.000 pesetas y se fabricaron casi 800.000 ejemplares. A veces con lista de espera de hasta dos años, pero valía la pena. Con 18 caballos, llegaba a alcanzar los 95 kilómetros por hora. Gracias a él muchos vieron por primera vez el mar.

Cumple 60 años, invocando a la nostalgia. Objeto de deseo de muchos coleccionistas. Un capricho. El 600 será siempre el coche de todo un país