'Jua Jua' y 'Zong Zong' han nacido con el debate de la ética bajo el brazo. Son monos que han sido clonados, con el mismo método que se utilizó para la oveja Dolly. "Es éticamente rechazable. No es útil ni eficaz y además nos tememos que esto pueda suponer un paso más hacia la clonación de humanos", denuncia Theo Oberhuber, coordinador de Proyectos de Ecologistas en Acción.

Pero ¿hasta qué punto es ético que el hombre intente clonar a un ser como un mono, tan parecido a sí mismo? "Los hallazgos científicos no son éticos o no éticos. No son o buenos o malos. Todo depende del uso que la sociedad les dé", afirma Juan Lerma, director del Instituto de Neurociencias de Alicante. Así, si unos macacos como 'Jua Jua' y 'Zong Zong' estuvieran en peligro de extinción y la clonación fuese su única salida, no habría debate.

O si fueran la única respuesta a una necesidad humana; por ejemplo, de transplante de órganos. Es lo que contempla la Ley Europea que permite experimentar con monos. Con todos salvo con los grandes simios: Chimpances, bonobos, gorilas y orangutanes. La razón: "Son especies que están muy próximas a la especie humana", detalla Lerma. Son indispensables para el avance de la neurociencia, y es evidente. Ninguna especie se nos parece más cerebral y conductualmente.