Mijas Pueblo y Mijas Costa: qué hacer en este bonito rincón malagueño

Como es habitual en Málaga y en otras ciudades de Andalucía, Mijas tiene sus casitas de color blanco. Pasear por el casco antiguo es hacerlo por callejuelas estrechas, algunas muy tranquilas y otras llenas de vida, con pequeñas tiendecitas o terrazas con mesas de colores que animan a sentarse a descansar.

Situada a 424 metros sobre el nivel del mar, Mijas Pueblo es un lugar imprescindible en tu visita a la Costa del Sol. Te enamorarán también sus sinuosas cuestas, en las que abundan las macetas repletas de flores que le dan color a este pueblo típico andaluz.

Te sorprenderán las vistas al mar desde sus miradores, que ofrecen panorámicas que invitan a quedarse admirando el paisaje durante horas. Y también lo harán sus taxis burro, que siguen siendo un símbolo de la ciudad aunque cada vez son más las personas que, con bastante razón, se muestran en contra. Durante el paseo por el pueblo no tardarás en encontrarte alguna zona en la que hay unos cuántos burros, con sus ojos tapados, que antiguamente se usaban para trabajar en las minas y que hoy son una atracción turística más.

La plaza de la Virgen de la Peña es el centro de la villa, concurrida, amplia y animada. Pero tampoco puedes perderte la ermita con el mismo nombre, la calle Málaga, su plaza de toros que es la única con forma ovalada en todo el país, la fuente de los siete caños o los Jardines de la Muralla. Y, por supuesto, tampoco puedes olvidarte de la playa.

Mijas tiene no solamente un casco antiguo que como hemos dicho está a más de 400 metros de altitud. Cuenta también con una zona de playa, conocida como la Cala de Mijas. Con calas, con rocas, con dunas, con chiringuitos. Una zona ideal para desconectar.